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@GloriaCoLatino
Vanda Pignato, sovaldi cialis Presidenta del Instituto de Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), troche envió un mensaje de unidad y trabajo efectivo desde las instituciones de gobierno para atender las necesidades y demandas de la población de mujeres salvadoreñas, mind para comenzar a dar un giro frente a los patrones culturales del machismo.
“La violencia contra la mujer es violencia contra la sociedad, porque no solo genera daños irreparables en sus vidas, sino altos costos de salud pública y seguridad para el Estado “, dijo.
En el marco de la celebración del “Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer”, Vanda Pignato presentó el Informe sobre el Estado y Situación de la Violencia contra las Mujeres en el país
Sobre la violencia contra la mujer, Pignato consideró que este fenómeno social genera más muertes que las guerras o el cáncer; las cifras institucionales como la Fiscalía General de la República, Policía Nacional Civil y Instituto de Medicina Legal dan cuenta que entre enero y junio del presente año, se han cometido 230 casos de muertes violentas.
“Debemos visibilizar y demandar la plena garantía de nuestros derechos y se procure que todas las mujeres gocemos de una vida libre de toda forma de violencia. Muchas mujeres en El Salvador siguen sufriendo de múltiples hechos de agresión en su razón de condición de mujer”, afirmó.
El informe recoge que entre los departamentos con mayor cantidad de casos de muertes violentas de mujeres están San Salvador, La Libertad y La Paz , que sumó un 52.0% del total de los casos; mientras los departamento con menor cantidad de casos de muertes por violencia son: Morazán, Cabañas y San Vicente, con un 6.5% de los registros.
La presidenta del ISDEMU recalcó que la violencia golpea a las mujeres en todo el tránsito de su vidas, al expresar que miles de niñas, adolescentes y adultas sufren a diario, la violencia en diversos ámbitos ya sean públicos o privados.
“La violencia se presenta en el hogar, la comunidad, las calles, los centros educativos, los lugares de trabajo, en la política y en las iglesias; sumando la delincuencia y el Crimen Organizado que se enseñanza contra las mujeres de forma más brutal, la tortura sexual, la trata de personas y la mutilación que forman parte de los patrones de esta violencia dirigidas especialmente a las mujeres”, expresó.
Mujeres demandan políticas de seguridad
Una marcha de mujeres que salió de un centro comercial, en el boulevard Los Héroes, con rumbo a la Asamblea Legislativa, Corte Suprema de Justicia y Procuraduría General de la República, se convirtió en el mecanismo para celebrar el Día Internacional de la no violencia contra las mujeres.
En la marcha participó la Concertación Femenista Prudencia Ayala, ORMUSA, entre otras, y entre sus demandas solicitaban fortalecer los mecanismos internacionales que aseguren el cumplimiento de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia (LEIV).
Además, el establecimiento y ejecución efectiva de una política policial para la persecución y sanción de violencia contra las mujeres, por parte de la FGR, PNC y PGR.
Estas instituciones son las que mayormente han sido señaladas por parte de organizaciones sociales de violentar derechos de justicia y libertad de las mujeres.
Entre otras demandas de las mujeres, en este 25 de noviembre, en el que se recuerda a las hermanas Miraval de República Dominicana, que ofrendaron sus vidas en 1960, también exigieron una política de seguridad ciudadana a partir de la agenda de seguridad de las féminas salvadoreñas.
También, entre sus banderas de lucha están la eliminación de todas normativas, políticas y prácticas institucionales que tengan como resultado la descriminación hacia las mujeres.
Las mujeres en El salvador a diario enfrentan situaciones de violencia, ya sea en sus hogares, trabajos o en la calle, sin que hasta la fecha se fortalezca la institucionalidad y que de muestra garantizar el cumplimiento de leyes establecidas como la Ley LEIV, dijeron las organizadoras de la marcha.
Finalmente, las mujeres demandaron el respeto a la dignidad humana de las mujeres donde las autoridades deben garantizar que los medios de comunicación no difundan roles estereotipados, contenidos sexistas y de violencia simbólica hacia las féminas.
