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Ratificó que la historia y la legitimidad internacional confirman el Golán como tierra árabe siria y que el reconocimiento por parte de la anterior administración estadounidense a la anexión israelí constituye una prueba adicional de su flagrante violación de la legitimidad internacional y sus resoluciones y tratados.
La lucha de Siria para recuperar sus tierras ocupadas por todos los medios disponibles es un derecho legítimo garantizado por todas las leyes y cartas internacionales, y los funcionarios estadounidenses no pueden ni podrán perjudicar este derecho, apostilló.
De acuerdo con la cancillería siria, ha quedado claro para todo el mundo que Israel es una entidad usurpadora y su política de expansión y agresión es la principal causa de las tensiones y la inestabilidad en la región, y es una grave amenaza para la seguridad internacional.
Las declaraciones tontas de los funcionarios estadounidenses no podrán perjudicar este derecho o influir en la insistencia de Siria recuperar sus derechos legítimos, concluye el texto.
Israel ocupó el Golán tras la denominada guerra de los Seis Días, en 1967, e incorporó ese territorio a su sistema jurídico en 1981, lo cual fue rechazado por la comunidad internacional.
La anterior administración estadounidense reconoció en 2018 la soberanía israelí sobre esta región en una violación clara y flagrante de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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