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Antigua / AFP
Edgar Calderón / Henry Morales
La apacible y empedrada ciudad de Antigua Guatemala luce reforzada con policías y militares previo a recibir a 17 líderes en la Cumbre Iberoamericana, que abordará temas de desarrollo rodeada de la apatía de los vecinos, que esperan poco de esta cita.
Apostados en lugares estratégicos en los alrededores del colonial exconvento católico Santo Domingo, convertido en hotel y centro de convenciones, los uniformados son apoyados con perros de la unidad de explosivos y drones para garantizar la seguridad terrestre y aérea.
«El fin es resguardar la integridad de los Jefes de Estado y de Gobierno, así como de los cancilleres que participarán en la Cumbre», dijo a periodistas el vocero de la Policía Nacional Civil, Pablo Castillo.
Los gobernantes se reunirán en la ciudad colonial de Antigua Guatemala el próximo viernes en la XXVI Cumbre Iberoamericana, en medio de la agitación regional por la salida de caravanas de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
A la cita, bajo el lema «Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible», ya han confirmado su participación 17 presidentes, entre ellos los de Bolivia, Brasil, México y Nicaragua, así como los jefes de gobierno de Andorra y España y el rey español Felipe VI.
Venezuela será representado por su vicepresidenta Delcy Rodríguez y Cuba por su canciller, Bruno Rodríguez, según la cancillería guatemalteca.
– Poca información –
Antigua es uno de los centros turísticos más importantes del país, fundada a principios del siglo XVI por los españoles y declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco en 1979.
La reunión regional ha tenido poco impacto mediático en este país centroamericano, y en esta turística ciudad el sentir es similar.
«La verdad no sabía, hace unos minutos escuché sobre esa cumbre», comentó a la AFP el parroquiano Roberto Pablo Román, de 71 años, mientras observa la culminación de una competencia.
Con barba y pelo cano, Román sin dar importancia a la cita sigue atento a la premiación de la peculiar carrera denominada la «charola», que consiste en que cientos de meseros de restaurantes locales corren por las calles empedradas cargando en una mano una bandeja que contiene dos refrescos, una cerveza y agua pura.
Si el competidor bota la bandeja queda descalificado de la carrera, que se realiza cada año desde hace 17 años.
«Algo concreto no creo que vaya a salir. Solo se vienen a reunir, a gastar dinero que se podría invertir en más escuelas», agregó Rafael Fuentes, de 34 años.
– Solo para la foto –
Fuentes, líder de un proyecto de educación alternativo en el poblado cercano de Jocotenango, indicó que no espera «algo interesante» de la cumbre y que podría ser una «reunión más para tomarse la foto en un escenario bonito».
Mientras en el parque de Antigua, un grupo de taxistas esperan no ser afectados por el cierre previsto de varias calles que contempla el operativo de seguridad.
«Pueden ser ganancias como pueden ser perdidas», refirió uno de los conductores que prefirió no identificarse, al dejar a la suerte el negocio hasta el fin del evento.
Por su lado, Marco López (48), otro taxista, criticó el nutrido despliegue de policías y militares al señalar que el objetivo es evitar manifestaciones contra el presidente anfitrión Jimmy Morales, señalado de corrupción en su campaña electoral de 2015.
El operativo de seguridad «es más que todo por el presidente de acá, por la tensión que él mismo ha creado», puntualizó López.
