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El Salvador dejaría de ser una de las naciones más violentas del mundo en 2016, “si las cosas siguen como ahora vamos”, aseguró el Representante Residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Christian Salazar, al aplaudir las medidas extraordinarias impulsadas por el gobierno para combatir la delincuencia.
“Si las cosas siguen como ahora, vamos a ver una reducción alrededor del 16 por ciento de los homicidios a nivel nacional, es una mejora”, reconoció el funcionario, al explicar que con esa tendencia, el índice de crímenes en El Salvador pasaría de 103 por cada cien mil habitantes, alcanzado en 2015, en “alrededor de 86”, este año.
“El año pasado – reiteró el funcionario del organismo internacional-, El Salvador cerró con 103 (homicidios) por cien mil habitantes, una de las tasas más altas del mundo, (y) este año puede ser que esté alrededor de 86”.
Sin embargo, Salazar reconoció que “es importante que El Salvador mantenga el apoyo al Programa El Salvador Seguro en su forma integral”, que es impulsado por el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén desde principios de año, con el propósito de erradicar la violencia, principalmente la ocasionada por las pandillas.
El Programa “El Salvador Seguro” contempla, además, una serie de disposiciones integrales para combatir el flagelo de las pandillas, como la ejecución de medidas de prevención de la violencia, reincorporación de delincuentes a la vida social y combate frontal del delito, así como una serie de disposiciones carcelarias para frenar ilícitos desde las prisiones, entre otras cosas.
Sin embargo, Salazar dijo que el país necesita “invertir en el tema de la persecución del delito (y el) control de territorio” ocupado por las pandillas, responsables de la mayoría de crímenes y horrendas masacres, así como de un sinfín de extorsiones a comerciantes de sectores populares.
No obstante, Salazar indicó que el gobierno “necesita primero un consenso a largo plazo entre varios gobiernos, entre varios partidos (y) una inversión en prevención (del delito) sostenida”.
El gobierno salvadoreño mantiene infructuosas negociaciones con la principal fuerza política de oposición del país, ARENA, por la aprobación de $ 1,200 millones en Títulos Valores, a la que aquella rehúsa dar sus votos para la totalidad de los bonos, y ha ofrecido apoyo solo para $ 500 millones.
De los $ 1,200 millones en bonos, el gobierno tiene previsto invertir una buena parte en el fortalecimiento de la Seguridad Pública.
Ortiz reconoce prioridad
Por su parte, el vicepresidente, Oscar Ortiz, aceptó que el gobierno necesita impulsar programas de “prevención masiva” para evitar que jóvenes se incorporen a grupos delictivos.
“Hay que llegar con más esfuerzo de construcción social a cada una de las comunidades. Esto implica también tener el cuidado de que esta acción decidida contra el crimen, evite daños colaterales”, dijo.
Según el vicegobernante, con esas medidas de prevención de corto y mediano plazo, El Salvador podría “vivir en otro nivel, donde la comisión de la Seguridad sea un factor positivo en la calidad de vida de cada una de nuestras familias”.
Tanto Ortiz como Salazar, participaron en una reunión auspiciada por el gobierno con el Cuerpo Diplomático acreditado en este país centroamericano, para dar a conocer los avances en el combate de la delincuencia, principalmente, la aplicación de las Medidas Extraordinarias.
Inauguran nuevo edificio PNC
Mientras tanto, las autoridades policiales supervisaron el miércoles los avances en la construcción del nuevo edificio que albergará la Delegación Central de la Policía en la colonia Monserrat, en el sur de San Salvador, en un intento por eliminar el alquiler de casas o locales para los miembros de la corporación policial.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, reveló al respecto que el 70 por ciento de los bienes inmuebles ocupados por los agentes policiales “son alquilados”.
“Eso no solo es un problema de dinero, es un problema de adecuación de espacios físicos”, reconoció el jefe policial.
El nuevo edificio de la PNC en la colonia Monserrat será inaugurado en noviembre próximo y se tiene previsto que acoja a unos 300 policías.
