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Samuel Amaya
@SamuelAmaya
En la Cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador, el padre Jorge Alvarenga, del Seminario de San José de la Montaña, resaltó en la homilía las víctimas de la violencia y, sobre todo, de las mujeres que en la semana pasada conmemoraron la lucha de muchas mujeres obreras, campesinas y profesionales.
Además, oraron para que estas puedan tener un espacio en la sociedad sin ser víctimas de la discriminación.
También oraron por los jóvenes que siguen desapareciendo en El Salvador, sin saber de su paradero o de su muerte.
La procesión de ofrendas se centró en el recuerdo del martirio del padre Rutilio Grande, de Nelson Rutilio y de Manuel Solórzano quienes fueron asesinados hace 44 años.
Los hechos fueron acaecidos en El Paisnal en Chalatenango, a lo cual la Iglesia presentó a tres próximos beatos, simbolizando que su legado sigue fructificando a pesar quienes creyeron truncar su predicación, liberadora y su denuncia por las injusticias y opresión sufrida por los pobres y marginados
Además, en la misa se recordó a monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien hablaba de los caminos de violencia, crímenes y odio entre hermanos, pero que Cristo llama con amor a vivir santamente y reconciliaciones, por lo cual, presentaron una luz, simbolizando a que Cristo ilumine a los nuevos diputados y alcaldes para que en su trabajo sean conciliadores, dejando atrás la violencia y el odio de la campaña electoral.
El sacerdote recordó en su lectura bíblica que la salvación es gracia de Dios, “no es algo que le arrebatamos”, ya que, “sin merecerlo, se los brinda a todas las personas”.
También señaló que se debe ser fiel a la palabra de Dios, no caer en pecado, y de igual forma, estar en todo momento conectados con el señor. Además, la fe debe de mover a las acciones, a ser obrador para bien pero consciente que estas obras son para la honra de Dios, no es para que él pague o para después reclamar o canjear con Dios. “No es así, no se trata de negociar, se tratar de vivir en la gracia de Dios, como hijos de la luz”, enfatizó.
Con la llegada de las fiestas católicas, el sacerdote instó a los feligreses a que buscaran la luz de Cristo, si por algún motivo están con alguna nube de tinieblas.
