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Ankara / Prensa Latina
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin; Irán, Hasan Rohaní; y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se comprometieron hoy a redoblar sus esfuerzos para hallar una solución negociada al conflicto sirio en un encuentro en el que no faltaron diferencias.
Con sede en esta ciudad, la cumbre tripartita centró sus debates en la situación en Idleb, región del noroeste sirio, fronteriza con Turquía, donde se concentran las posiciones de los grupos terroristas que combaten al Gobierno de Damasco.
Al término de la reunión, el mandatario ruso calificó de productiva y exitosa esta quinta ronda de consultas sobre Siria en el formato de Astaná.
Putin consideró que la zona de desescalada en ese país no puede servir como trampolín para provocaciones militares y agregó que se necesitan esfuerzos conjuntos para contrarrestar la amenaza terrorista que se vive en la noroccidental ciudad siria de Idleb.
Reconoció, además, que las medidas tomadas por Rusia, Turquía e Irán resultaron en un menor nivel de violencia en Siria, mientras que su contraparte turca reafirmó que el formato de Astaná sigue siendo la única plataforma para la solución pacífica del conflicto sirio.
Uno de los temas calientes del encuentro es el plan de Turquía de controlar una franja en el norte de Siria, al este del río Éufrates, donde operan las milicias kurdas Unidades de Protección Popular (YPG).
Ankara intenta frenar la ofensiva del Ejército sirio en el noroeste del país, a la vez que pretende, junto a Estados Unidos, establecer una ‘zona de seguridad’ en la región fronteriza entre ambos países, decisión condenada por Damasco.
En su intervención, Rohani dejó entrever cierta oposición al plan turco, al subrayar que ‘la soberanía de Siria debería restablecerse al este del Éufrates al igual que en las demás regiones’.
El presidente iraní criticó la ‘presencia ilegítima’ de las tropas estadounidenses en esta zona y añadió que mintieron al prometer la retirada de sus fuerzas.
‘Las tropas norteamericanas deben abandonar esa región lo más pronto posible y también es importante que la soberanía del Gobierno sirio se extienda al este y al norte del Éufrates, como a todas las demás partes de Siria’, dijo.
Putin también se manifestó en contra de los planes turcos al señalar que ‘la situación en el noreste de Siria también es preocupante: no se puede aceptar una división de Siria en zonas de influencia’.
‘Partimos de que es inadmisible dividir Siria en zonas de influencia’, dijo el presidente ruso durante la cumbre, y subrayó que el objetivo en Siria es la lucha contra los grupos terroristas, en particular, en la zona de distensión en Idleb. Apuntó que la zona ‘no debe seguir siendo un refugio para extremistas ni caldo de cultivo de provocaciones armadas’.
El mandatario ruso expresó su esperanza de que Naciones Unidas desempeñe un rol más activo en la cooperación humanitaria en Siria y ayude a restaurar la infraestructura del país.
Subrayó que ‘este apoyo debe prestarse a todos los sirios sin discriminación, politización ni condiciones previas’.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados apoyados por fuerzas occidentales y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de las Naciones Unidas; y la de Astaná (nombre de la antigua capital de Kazajistán, que pasó a llamarse Nursultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
