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Yaneth Estrada
@caricheop
Con la modernización del paso fronterizo El Poy, en Chalatenango, El Salvador, Honduras y Guatemala le apuestan a incrementar y agilizar las condiciones para el tránsito de mercancías, lo que potenciaría el crecimiento de la economía del país (entre 0.5 y 1.2 puntos, según CEPAL) y por ende traería el ansiado desarrollo regional.
De acuerdo al informe del Banco Mundial (BM), el comercio transfronterizo en Centroamérica fue uno de los problemas más graves durante los últimos 20 años.
En promedio un comerciante se debía tardar 10 horas para recorrer menos de un kilómetro entre las fronteras de Guatemala, Honduras y El Salvador con procedimientos arcaicos, cinco veces mayores que otros y con un costo, a más del doble al compararlo con países de la OCDE.
Por lo tanto, “la facilitación del comercio es la base del proceso de integración económica regional de Centroamérica; sin embargo, aún existen muchas barreras y limitaciones en todos los niveles en esta región”, aseguró el BM en un informe reciente.
Por su parte, un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que con la adhesión de El Salvador a la Unión Aduanera del Triángulo Norte la economía podría crecer entre 0.5 y 1.2 puntos. Lo que favorece a un país con crecimiento sostenido en los últimos cuatro años de entre 2.1 y 2.5 por ciento, con problemas de migración irregular, altos índices de violencia, escasas fuentes de empleo y/o falta de oportunidades, entre otros.
De acá, la relevancia de poner en marcha la Unión Aduanera firmada en 2017 (el Pacto de Corinto) por Guatemala, Honduras y El Salvador, la cual convertirá los puestos fronterizos en aduanas de paso, que permitirán a las empresas movilizar mercancías y realizar sus trámites con la Factura y Declaración Única Centroamericana (FYDUCA) de manera libre, ágil y eficiente.
Inversión y desarrollo
El director de aduanas en El Salvador, Armando Flores, recalcó que “por la nueva frontera El Poy, inaugurada el pasado viernes por el Presidente de la República, cada año pasan más de $1,500 millones en mercancías, sin embargo, durante decenas de años no se hizo nada para mejorar sus instalaciones. Ahora cuenta con procesos informáticos, cuatro carriles y dos domos con sistema neumático tipo autobanco para el traslado de documento (en esta primera fase la inversión fue de 1 millón de dólares y se prevé una segunda)”.
La unión aduanera inició en 2017 por Guatemala y Honduras e implica en una primera etapa el paso ágil de mercancías y en el futuro la libre movilidad de personas y de mercancías en los tres países. Mientras que la adhesión de El Salvador fue una recomendación expresa del Fondo Monetario Internacional (FMI) para generar oportunidades.
La ministra de Economía Luz Estrella Rodríguez detalló que junto a su equipo técnico trabajaron durante tres años para avanzar en la integración profunda de la Unión Aduanera que ahora en 2018 es una realidad.
En cuanto a cifras concretas, el Producto Interno Bruto del Triángulo Norte suma $123,364.8 millones, que equivale al 48.1 % del PIB regional y el 69 % de las exportaciones, al sumar $6,518 millones.
Además, en El Salvador, el modelo de Unión Aduanera funcionará en seis puntos identificados, dos con Honduras, que son El Amatillo y El Poy, y cuatro con Guatemala, que son La Hachadura, Anguiatú, Las Chinamas y San Cristóbal.
