Diario Co Latino 133 años informándote con credibilidad
Artículos relacionados
@DiarioCoLatino
El mal manejo de la Emergencia Nacional por la pandemia del COVID-19 y las malas medidas económicas del Gobierno, repercutirán en la economía de El Salvador, la que se estima tendrá una caída de -8.6 % la mayor en Centroamérica. Por lo que se estima que alrededor de 1.5 millones de salvadoreños caerán en la pobreza.
El economista Alfonso Goitia, directivo de la Asociación de Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES) abordó la situación económica de El Salvador, en el marco de la pandemia, en el programa radial “Realidad a Fondo”, en el que sostuvo que la pobreza total aumentará del 23 % de los hogares en 2019 (de acuerdo a la DIGESTYC) al 40% en 2020. La pobreza extrema, o carencia de alimentos, aumentará del 6 % al 13 % de los hogares.
“La situación económica es sumamente grave, el país ha retrocedido más de 40 años. El Salvador será el país con la mayor caída en Centroamérica. Este nivel de decrecimiento económico solo se había visto durante la guerra”, sostuvo el economista.
De igual manera, sostuvo que los niveles de empleo se verán afectados, sobre todo en el sector informal. Goitia aseguró que el ISSS ya reportó la pérdida de 62,000 empleos formales entre marzo y junio de este año. Sin embargo, se estima que se podrían llegar a perder 250,000 empleos.
“El desempleo será sumamente grave en el país, con las canastas alimentarias no van a resolver esto, tienen que entrar al aspecto económico”, comentó.
Alfonso Goitia agregó que el Gobierno pretende que la gente crea que está resolviendo el problema, porque el presidente piensa con una perspectiva electoral y está trabajando para las elecciones 2021, pues quiere tener el control en la Asamblea Legislativa. “Le está diciendo a la gente que va a resolver, pero no está resolviendo nada”, dijo.
Goitia, como economista, reconoce que el mundo vive una pandemia que afectará a todos los sectores, pero en el caso de El Salvador, afirmó, no se toman las medidas adecuadas para la economía, principalmente tras el retraso de la fase II de la reapertura económica.
