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@RosmeriAlfaro
“Es un compromiso de la sociedad entera no solo del Ministerio de Educación o del gobierno”, dijo el ministro de educación Carlos Canjura, respecto a la inversión de 12 mil millones de dólares que requiere el desarrollo del plan “El Salvador Educado, por el derecho a una educación de calidad” entregado ayer al presidente de la República Salvador Sánchez Cerén.
El plan, elaborado con la participación de diferentes sectores sociales agrupados en el Consejo Nacional de Educación (CONED), propone acciones para reducir la desigualdad y exclusión en el acceso a la educación, así como para elevar la calidad en los procesos de formación educativa en el país. De ser ejecutado, requeriría de una inversión de $12 mil 573 millones para un período de 10 años, es decir un monto anual de 1 mil 257.3 millones, aproximadamente un 7 % del PIB.
De acuerdo con el ministro los desafíos son bastante complejos como para decir en qué se invertirá el dinero, además, expresó que la cantidad puede parecer alta pero es lo que demandaría el sistema educativo si se propusiera ofrecer una educación universal y de calidad.
El documento establece acciones estratégicas para enfrentar seis principales desafíos de la educación: escuela libre de violencia y eje central de la educación; docentes de calidad; atención integral al desarrollo de la primera infancia; 12 grados de escolaridad universal; educación superior para un país productivo, innovador y competitivo, y una infraestructura acorde a una educación integral y de calidad.
“Desde ahora estamos en el compromiso de ir viendo de cómo esos seis desafíos planteados los vamos cumpliendo y está claro que esto está asociado al nivel de financiamiento”, dijo el funcionario.
Canjura manifestó que el estudio que se ha realizado evidencia las grandes debilidades que se tiene en cuanto al tema de financiamiento en el área educativa y que la recaudación es la limitante más severa que tienen para financiar los retos planteados, pero, externó que en la medida que se vayan ganando recursos podrán ir impulsando las acciones definidas.
“El camino por recorrer pasa por consensos y el más importante va a ser aquel en el que nos comprometamos a ir logrando mayores niveles de financiamiento para la educación. Creo que media vez nos lo propongamos como salvadoreños podemos ir avanzando en esa dirección”, dijo.
Agregó que para lograr una meta como la del financiamiento del 7 % del PIB para la educación, supone por un lado una ruta progresiva en el
tema de financiamiento pero por otro lado, un nivel de compromiso fiscal “porque mientras no se avance en el tema fiscal será muy difícil llegar a esa participación del PIB”.
“Es importante que el país conozca lo que se requiere para tener un sistema educativo de calidad y lo que está planteado es la ruta para lograrlo. Las brechas están claramente establecidas y de ahí lo que queda es el compromiso de los salvadoreños en financiar estos enormes retos que tenemos”, expresó.
Marina Morales, representante de UNICEF, dijo que el plan “El Salvador educado” comprende una propuesta articulada, integral y
flexible en torno a los seis desafíos planteados anteriormente, y 104 acciones para enfrentar los problemas más apremiantes en materia de educación, cuya atención significaría no solo un importante avance en el cumplimiento del derecho a la educación de la niñez y la adolescencia, sino también impactaría directamente en la disminución de los altos niveles de violencia y criminalidad que aquejan el país.
“Cada desafío contempla una definición de resultados objetivos, de acciones estratégicas, metas, estimación de costos y un plazo para su ejecución teniendo resultados concretos a corto plazo, dos años; a
mediano plazo, cinco años, y a largo plazo, 10 años”, indicó.
De ser ejecutado el plan, estaría a cargo del Estado en asocio con el sector académico, organizaciones no gubernamentales, expertos, sector empresarial, iglesias, entre otros organismos.
