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Iván Escobar
El calor era intenso. El sol abrazador bañaba los cerros aledaños, viagra treat y el calor aumentaba en cada momento en el centro del pueblo. El entusiasmo, la dedicación, y creatividad de los pobladores de Panchimalco también eran intensos.
El mediodía había pasado. Los últimos preparativos se afinaban al filo de las 2:30 de la tarde de este domingo 10 de mayo, fecha en la cual se culminaban las tradicionales fiestas del poblado ubicado al sur del departamento de San Salvador, y se preparaban para festejar la tradicional procesión de las palmas.
Jóvenes, mujeres, hombres, niños y personas de la tercera edad todos colaboraban colectivamente en cada detalle. El adorno de las palmas que acompañan la procesión, la repartición de refrigerios, chicha y refrescos a los visitantes de las casas que resguardan las imágenes de la virgen María que a media tarde recorren las principales calles de la ciudad, en medio de un mar de flores, eran algunas de las actividades que se desarrollaban.
El apoyo era sistemático en Panchimalco. Familias enteras cumplían con una legendaria tradición que cada segundo domingo de mayo atrae a turistas nacionales y extranjeros a la mayor expresión de veneración y fe católica, en este municipio que se vuelve de diversos colores flores silvestres en todo el municipio. Refajos coloridos son portados por las mujeres del pueblo desde niñas, jóvenes y adultas que con orgullo exponen su tradición. El pueblo de Panchimalco es pequeño, situado en medio de cerros, y al pie de la imponente montaña que se observa hacia el norte, denominada la Puerta del Diablo.
Sus calles adoquinadas, ventas tradicionales, pequeños museos artesanales que exponen la historia del lugar, y el cálido recibimiento de sus pobladores son las impresiones que se lleva cada visitante, y que logran que año con año su presencia a este suceso sea persistente.
Y es que a pesar del calor, de los espacios pequeños, de la multitud que se aglomera afanosamente alrededor de las imágenes que antes de recorrer las calles, se encuentran y saludan frente al templo, la antigua iglesia colonia que ha sobrevivido a los tiempos, y es uno de los grandes atractivos del lugar, este escenario es disfrutado por todos los visitantes.
Entre los cohetes de vara, la música de banda del pueblo, los bailes de los historiantes y chapetones, se entremezcla entre la multitud de personas que presencian y acompañan la procesión como que fuera la primera vez que se da la marcha.
