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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Con alegría y en medio de un fuerte aplauso, la feligresía de la parroquia San Bartolomé Apóstol, en Arcatao, Chalatenango, recibió la noticia que el sacerdote Miguel Vásquez, conocido como “padre Miguelito”, no será trasladado a otra Iglesia, como se conoció en el mes de abril.
Al finalizar la celebración del Corpus Christi el pasado domingo, Vásquez anunció que seguirá al frente de la parroquia, al lado de las comunidades de Arcatao y Nueva Trinidad, en Chalatenango. Durante las elecciones el religioso denunció fraude electoral, por lo que fue amenazado en reiteradas ocasiones por militantes de Nuevas Ideas.
“La decisión que tomaron es que tanto el padre Colato como yo seguiremos en esta parroquia, siempre vi en ustedes mucha esperanza, yo solo esperaba que los superiores decidieran; el padre Colato llegará a finales de junio y ya tendremos oportunidad de celebrar juntos, ya nos pondremos de acuerdo para cómo acompañar esta parroquia. Gracias por sus oraciones, sigamos adelante, no desmayemos que Dios está con nosotros”, expresó el religioso.
Los representantes de la comunidad El Portillo, en Arcatao, regalaron al sacerdote un mantel bordado, en gesto de agradecimiento por su acompañamiento y como recuerdo de la feligresía, ya que este mes sería removido de su cargo en la parroquia.
El padre Miguelito por muchos años se ha caracterizado por ser un guía espiritual, entregado al servicio de los más desprotegidos y revelando siempre cualquier tipo de injusticia, por ello, desde noviembre de 2020 denunció que existían maniobras de corrupción en la compra de votos para llegar al poder el partido Nuevas Ideas, al grado de corromper la voluntad de los votantes; los casos fueron documentados y serán presentados al iniciar una verdadera investigación.
“En la medida que se acercó el día de las elecciones se arreció la oferta de dinero por voto y además distintos ofrecimientos, de lo cual hay testimonios de los pobladores quienes piden el anonimato por seguridad. Los involucrados saben desde cuando lo vienen haciendo y abrieron cuenta en el banco para recibir fondos, que han servido para corromperse con la compra de votos”, afirmó el sacerdote cuando denunció las irregularidades.
Durante este tiempo, organizaciones sociales y feligresía expresaron su respaldo al sacerdote, así como denunciaron públicamente las intenciones de personas en particular, grupos de poder económico y político quienes recurrieron a las amenazas para intentar callar su vos, sin embargo, la decisión de no trasladarlo a otra parroquia es considerado como un triunfo de las comunidades de Arcatao y Nueva Trinidad.
