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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“Hubo un gran daño en las calles y casas, en la comunidad El Astillero y la playa, que destruyó lanchas, el vivero y jaulas de peces; en la mañana (domingo), el río se creció y fue fuerte por el huracán, desde la noche del sábado nos quedamos sin luz, por eso no pudimos comunicarnos y como las comisiones de Protección Civil de la alcaldía solo ellos quieren activarlas (Alertas), pero aun así, la población se activó y gracias a Dios estuvo pendiente de todo”, comentó Lucía, de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, de las comunidades de Apulo, Ilopango.
Amanda, que inició como la Depresión Tropical 2-E el pasado viernes 29 de mayo, se convirtió para el sábado en la primera tormenta tropical de la temporada que pronosticó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), en su informe general de la temporada de huracanes en los océanos Atlántico y Pacífico. Mientras, el Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) señala en las Perspectivas del Clima que se espera la formación en el Pacífico Oriental de 16 tormentas tropicales más, de las cuales 8 pueden terminar en huracanes.
La Mesa por la Gestión de Riesgos (MPGR) en su pronunciamiento por la exigencia de fortalecer el Sistema de Protección Civil, citó las cifras oficiales del Gobierno, que reportó (hasta el cierre de esta nota) el fallecimiento de 15 personas, al menos 900 familias damnificadas, 50 viviendas colapsadas y calles, solo en San Salvador, así como la caída de 100 árboles por vientos e innumerables deslizamientos y derrumbes, entre otros daños a nivel nacional.
Ante esta situación, la MPGR reitera la urgente necesidad de contar con planes actualizados ante emergencias y un trabajo de “Alerta Temprana” en los diferentes territorios y con enfoque de prevención.
“El urgente nombramiento de las y los Gobernadores Departamentales, para que conduzcan las 14 Comisiones Departamentales de Protección Civil y sirvan de enlace ágil con las entidades del órgano Ejecutivo”, también es una de las peticiones al Gobierno.
Asimismo, reiteraron la demanda de implementar “Políticas Públicas de Protección”, con énfasis a las poblaciones en mayor condición de vulnerabilidad. Recomienda y urge se retome la Política Nacional de Protección Civil, Prevención de Riesgos y Mitigación de Desastres.
La mesa también le pide a la Asamblea Legislativa “retomar la reforma de la Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres, la cual debe enfocar su actuar en la prevención y no solo a dar respuesta cuando ocurren las emergencias. Y es aún más preocupante porque estamos en el inicio de la temporada lluviosa, por lo que a pesar de convivir con la pandemia del COVID-19, es fundamental contar con un Sistema Nacional de Protección Civil fortalecido y articulado”.
Mientras, las comunidades organizadas en la Mesa por la Sustentabilidad del Agua y el Medio Ambiente de Ahuachapán (MESAMA), a través de iniciativas pluviométricas, recolectaron datos de precipitación (cantidad de lluvia), como afirmó Sara Guardado, lideresa comunitaria, quien reporta del cantón El Rosario, Guaymango, Ahuachapán, sobre el fin de semana en el paso de la tormenta tropical Amanda.
“Sí, cayó mucha lluvia solo en la noche (sábado 30 de mayo); la lectura de toda la noche fue de 193 mm, mientras en el caserío San Benito fue de 144.4 mm y en El Guayabo han caído 180 mm, inundaciones de calles principales y desbordamientos de ríos”, indicó.
Guaymango, considerado entre los municipios con pobreza y bajo nivel de desarrollo humano, sufrió un impacto de Amanda que cobró la vida de Nayeli Méndez, de 20 años, quien intentó cruzar el río Cauta y fue arrastrada por la corriente del agua, ahogándose posteriormente.
Para Carolina Amaya (UNES) las fuertes lluvias provocaron inundaciones y deslizamientos de parcelas y huertos familiares de las comunidades en Ahuachapán y Sonsonate, que puede culminar en pérdidas de cultivos y afectación directa de los medios de subsistencia de miles de familias en situación de vulnerabilidad.
“Hay algunos casos como en el cantón Aguashuca en San Julián, Sonsonate, solo allí se han perdido tres manzanas de milpa. Y el caudal río Paz y Sensunapán, que al aumentar considerablemente y de seguir las lluvias, pueden desbordarse y provocar inundaciones en las comunidades aledañas”, dijo.
Sobre las pérdidas de cultivos, Óscar Recinos Morales, presidente de la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central (FECORACEN), que integra la Mesa por la Soberanía Alimentaria, presentó el primer informe, en el que destacan anegamientos y pérdidas significativas para los pobladores.
“En FECORACEN hay pérdidas de cultivos como maíz, guineo, frijol y plátano, solo en La Libertad; así como calles cerradas por derrumbes en Tamanique, cantón San Isidro y auto-evacuaciones en Mizata y ríos desbordados en el sur de la Cordillera del Bálsamo, que va a generar problemas de abastecimiento de alimentos”, señaló.
El corte de calles vecinales como el cantón El Palomar en San José Villanueva, así como, en el Palmar, San Isidro en Tamanique, y del caserío Siberia en Chiltiupán, que generaron difícil acceso a las comunidades para su atención. Así como, el caserío
Las Mesas en el Puerto de La Libertad, que reportaron anegamientos e inundaciones, que aunque no generaron daños graves, vulneran a la población.
Autoridades del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) informó que en las próximas 24 horas se espera la continuidad de las lluvias con intermitencia en horas diurnas y nocturnas dispersas, con énfasis en la zona costera y cordillera volcánica del país.
