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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Durante la eucaristía celebrada en la Cripta de Catedral, por el sacerdote Guillermo Palacios, se conmemoró a Cristo Rey, y a la vez, recordó el mensaje de Monseñor Romero, quien invita a trabajar por un reino de justicia, paz y amor, así como él lo hizo hace más de 40 años, al ser guía para los pobres y vulnerados.
“Se nos invita a ser verdaderos testigos del reino de Dios, no un reino como el que conocemos y de la antigüedad, donde el pueblo pagaba un tributo al rey, el reino que Cristo viene a instaurar es un reino de discípulos suyos, por lo tanto debemos sentirnos llamados a ser seguidores de Jesucristo, porque el reino de Dios es diferente a los gobiernos de la tierra», reiteró Palacios.
Enfatizó que el cristiano debe tener puestos los pies sobre la tierra y cumplir con sus obligaciones, pero con la mirada puesta en el cielo, pues Cristo con su poderío y reinado ha venido a liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado, al recibir una doble naturaleza, la humana y divina para la salvación del mundo. Cristo es un rey que no ha ocupado un trono o corona imperial como los del mundo, sino ocupó la cruz como su trono, una corona de espinas, y un manto color púrpura que ni siquiera le pertenecía.
“Ahora el Señor anuncia que viene a limpiar las impurezas y pecados, viene a liberar y debemos estar abiertos a los demás para así unirnos al plan de Dios, pero muchas veces somos injustos e ingratos, juzgamos, murmuramos, ni siquiera en nuestro hogar somos capaces de dar testimonio que somos verdaderamente discípulos del Señor, por eso ahora nos pide que le dejemos entrar en nuestros corazones. Es importante dejar entrar a Jesús como rey de nuestra vida, sabiendo que el reino de él no es de este mundo, por eso, se debe trabajar por el reino de Dios”, afirmó el religioso.
En la procesión de ofrendas se presentó un cuadro de Cristo Rey, recordando las palabras de Monseñor Romero quien señaló que Jesús fue entronizado como rey no con lujos, sino coronado de espinas, por cetro las burlas y por trono la cruz; simbolizando que su reino de verdad, justicia, paz y amor reta a los gobernantes a dirigir siempre con rectitud, verdad y justicia.
