Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Nada indica, al menos hasta este momento, que el convertirse en una especie de cárcel estadounidense le agencie a El Salvador algún tipo de trato preferencial para dos millones y medio de salvadoreños en Estados Unidos”, dijo Celina Medrano, experta en derechos humanos.
“Migrantes salvadoreños que han vivido diferentes violencias que los obligaron a huir de su propio país, ahora se encuentran bajo terror y zozobra similar en Estados Unidos”, agregó Medrano.
Distintas organizaciones como la Coalición Inmigrante de Florida (FLIC, por sus siglas en inglés), han denunciado que van en aumento las redadas masivas en oficinas gubernamentales de los migrantes que realizan sus trámites de residencia en oficinas de gobierno.
Mientras, otros son capturados en sus lugares de trabajo, en donde son sorprendidos por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que los dejan bajo custodia para ser repatriados a sus países de origen como: Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador.
“En Estados Unidos también queda claro que cualquier persona, se encuentre en condición migratoria regular o no, incluso cualquier ciudadano estadounidense, puede ser víctima de una detención arbitraria y expulsión de territorio estadounidense por agencias como ICE”, afirmó
“No es casual que los gobiernos estadounidense y salvadoreño coincidan en la comisión de este tipo de violaciones e injusticias, las cuales cometen tanto en Estados Unidos como en El Salvador, como la privación de libertad de migrantes venezolanos en cárceles salvadoreñas, en algunos casos, sin que se conozca que autoridades judiciales o migratorias son responsables de ello”, acotó Medrano.
Medrano agregó también que en el desarrollo de un marco de “campañas electorales”, se da la implementación de “políticas punitivas” con las que pretenden venderle a la opinión pública como “medidas urgentes que las aplican en nombre de la seguridad” y que supuestamente serán únicamente sólo contra personas vinculadas con graves delitos y criminalidad.
“Ha quedado claro que una vez alcanzado el poder político, este tipo de medidas se aplican indiscriminadamente, alimentadas con discursos de odio y la inyección de billones en recursos públicos”, opinó.
“En El Salvador, se aseguró oficialmente que acciones como el régimen de excepción se aplicarían sólo a integrantes de pandillas. En Estados Unidos, también se aseguró mediáticamente que las acciones anti migratorias se dirigirán únicamente a criminales que ponen en riesgo la seguridad nacional, pero en la realidad no fue así”, aseguró Medrano.
En la misma línea aseguró que en El Salvador cualquier persona puede ser víctima de la ausencia de garantías para un debido proceso, y dentro de un régimen de excepción que ya es permanente y en donde se puede exponer a la población, incluso, hasta la muerte.