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@AlmaCoLatino
Domingo a Domingo el mensaje de Jesús de Nazaret al igual que Monseñor Romero es siempre actual, vivo, edificante, invitando a los feligreses reunidos en la Cripta de Catedral Metropolitana a tener esperanza y no ser esclavos del consumismo y egocentrismo.
En su mensaje, el obispo mártir hizo un llamado a no mirar las cosas, las riquezas y los bienes de la tierra sin tener en cuenta a Dios, pues las cosas se hacen vanas, no tienen sentido ni son fuente de felicidad, al morir nadie se lleva lo material, sino el haber usado las cosas según la voluntad de Dios.
El sacerdote Mario Romero señaló durante la celebración eucarística que con el profeta, pastor y mártir monseñor Romero se celebra la vida, porque pretendieron matarlo pero no se dieron cuenta que él seguiría siempre vivo entre su pueblo.
“A Monseñor Romero pretendieron doblegarlo, ponerlo de rodillas pero no lo lograron, pretendieron matarlo y enterrarlo, pero él siempre está vivo entre nosotros, por lo tanto su mensaje nos reúne y nos congrega, sigue iluminando cada celebración eucarística y nos deja ver a un Dios fiel y misericordioso con su pueblo”, afirmó el padre Romero.
Asimismo, reiteró que la esperanza no puede morir, si no murió Jesús, ni Monseñor Romero, al contrario se convirtió en mártir por la justicia y la paz, él sigue vivo en su pueblo que no pierde la fe independiente de las situaciones difíciles que enfrenta.
“Las diferentes situaciones de la vida pueden poner en riesgo la fe pero la esperanza no se debe de perder, Monseñor Romero no la perdió, tuvo situaciones graves y difíciles que pretendieron hacerle perder la fe y la esperanza, pero siempre siguió firme en su lucha”, manifestó el religioso.
Nadie olvida a monseñor Romero, pero no todos lo recuerdan como resucitado y presente. Cuando el pueblo sigue muriendo en El Salvador con él sigue muriendo Monseñor Romero; el pueblo sigue viviendo y esperando, en medio de su muerte y de sus angustias y con él sigue viviendo Monseñor.
En el beato Romero sigue el llamado a servir al prójimo en la lucha por los derechos humanos, en la defensa del medio ambiente, a ser sujetos de su propio desarrollo y protagonistas de la historia, optar por la solidaridad y no por la competitividad, vivir el amor como opción de vida frente al egocentrismo consumista.
