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Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
El célebre filósofo oriental, Confucio, predijo hace miles de años que el deporte y la política serían en el futuro, los caminos más cortos para sacar al hombre de la pobreza. Y efectivamente, miles de años después, el beisbolista nicaragüense, Erasmo Ramírez Olivera, que entre 2002 y 2007 fuera formado en la Academia de la FESA, confirma la teoría de uno de los filósofos más grandes de todos los tiempos. Tras haber sido esculpido durante varios años en las canteras de FESA, el hombre fuerte de esta Fundación, Jorge Bahaia junior, logró en 2007 que el scout de Los Mariners de Seattle, del béisbol de Las Grandes Ligas, Bob Eangle, viniera al país a echarle un ojito a Erasmo. Y efectivamente, el lanzador chochito demostró tener talento y potencial tirando a más de 90 millas por hora, propiciando las consecuentes negociaciones entre Don Bob y Don Jorgito Bahahia.
Extraoficialmente y ante una nutrida conferencia de prensa en un hotel capitalino, ambas parte firmaron por unos 65 mil dólares para que el chico se incorporará a la triple A de los Mariners. El pinolerito se fue para el Norte, trabajó duró y en la temporada del 2008 apareció en el rosters de Los Mariners. En la Liga de mayor exigencia mundial, el rendimiento de Erasmo vino de menos a más y las cifras en su libreta bancaria subieron como la espuma.
Resulta que de acuerdo a un documento caído en manos de Co Latino y amarrado a los temas financieros de Las Grandes Ligas, Erasmo Ramírez empezó a ganar el buen billete a partir del 2012 lanzando para los Mariners por un contrato anual de 480 mil dólares; siendo mejorado en el 2014 con 511,000. Su buen trabajo lo llevó a tirar por tres temporadas para los Rayos de Tampa Bays de Florida con los siguientes contratos: 522,880 dólares en 2015; 2 millones con 375 mil en el 2016 y 3 millones con 125 mil en el 2017. Ganando 4 millones con 200 mil, en el 2018 retornó a Los Mariners y este año, siendo Agente Libre ha comenzado con cien mil dólares lanzado para los Tigres de Detroit.
La suma total de los numeritos anteriores llega a los once millones con 314 mil 600 dólares. Una cifra impresionante para un chico que hoy tiene 31 años y que un día, fue subestimado en su natal provincia de Rivas y se vino pidiendo ride o jalón para para El Salvador. Su sacrificio y trabajo le permitieron frotar en el país del sueño americano la lámpara de Aladino y a estas alturas, ganar tantos billetes verdes, que en Nicaragua se cotizan actualmente a 34 Córdobas por Dolar y sin ninguna preocupación por los “bitcoins” del futuro.
Millones de dólares suficientes para comprarles todo lo que quieran a sus pobres padres (doña María Lourdes Olivera, ama de casa y su padre, Erasmo José Ramírez, de profesión contador), quienes durante muchos años tuvieron en la provincia de Rivas, a noventa kilómetros de Managua, una vida de muchas limitaciones y que hoy, padres de un deportista millonario, siguen conservando su bajo perfíl. Moraleja: Cuánta razón tenía el polémico Confusio cuando hace miles de años sostuvo que, “la política y el deporte serían los caminos más cortos para salir de la pobreza”.
