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Brasilia / PL / AFP
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva reconoció »el gesto y la actitud» de siete integrantes de movimientos populares brasileños que cancelaron su huelga de hambre en demanda de su libertad.
Preso político hace 140 días, Lula dijo «no tener palabras para agradecer el gesto y la actitud de ustedes en defensa de la democracia, la libertad, los derechos del pueblo trabajador del campo y la ciudad, y ‘también por el derecho de yo ser candidato a la Presidencia de la República».
En otra parte de la misiva, escrita de puño y letra, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) subraya su candidatura de sí mismo. «Soy candidato de una causa, porque el pueblo quiere y para garantizar la soberanía nacional y terminar de hacer la reforma agraria».
Destaca asimismo que, por primera vez en la historia de Brasil, el 15 de agosto último el pueblo fue hasta el Tribunal Superior Electoral (TSE) para acompañar el registro de su candidatura, e insta a derrotar juntos a los aspirantes de las élites y de la red Globo.
Por último, expresa su total solidaridad con los huelguistas, a quienes pide que se cuiden, «porque Brasil necesita del gesto y del voto de ustedes».
La huelga de hambre de los siete militantes de movimientos populares del campo y la ciudad comenzó el pasado 31 de julio para reclamar al Supremo Tribunal Federal (STF) que haga justicia, libere al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y le asegure su derecho a competir en las próximas elecciones.
Se trata de un sacrificio para sensibilizar a las autoridades y evitar mayores perjuicios a la sociedad y a los más pobres y en defensa de la sufrida democracia brasileña, escribió al iniciar el ayuno Jaime Amorim, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y miembro de la Comisión Internacional de la Vía Campesina.
Suspenden huelga de hambre
La huelga de hambre que iniciaron el pasado 31 de julio siete activistas para reclamar la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y defender su candidatura a las elecciones de octubre en Brasil fue suspendida el sábado.
Según informó el equipo de campaña de Lula, los activistas abandonaron la protesta que realizaron durante 26 días en Brasilia «con el sentimiento de deber cumplido».
Sin embargo, los huelguistas, que durante este período se concentraron en el Centro Cultural de Brasilia (CCB), gestionado por jesuitas, y protagonizaron plantones frente a la sede del Supremo Tribunal Federal, no consiguieron su propósito.
Lula, favorito con cerca de un 40% de intenciones de voto, tiene su candidatura registrada en el Tribunal Superior Electoral (TSE), pero con toda probabilidad será invalidada: la Ley de Ficha Limpia determina que ningún condenado en segunda instancia pueda presentarse a una elección.
Lula tiene otros cinco procesos abiertos ante la justicia.
La huelga de hambre se enmarcó en las manifestaciones a favor del exmandatario convocadas recientemente en varias ciudades de Brasil, entre ellas el masivo acto que el pasado 15 de agosto reunió a más de 10.000 personas frente a las puertas del TSE para apoyar el registro de su candidatura.
El pasado 13 de agosto, los exhuelguistas recibieron al activista argentino y premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que luego visitó a Lula en la cárcel de Curitiba (sur).
