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La Habana / AFP
Nadie puede precisar si pidieron los tres deseos, como reza la centenaria tradición, pero los reyes de España visitaron el miércoles la ceiba de El Templete, en una caminata por las calles y plazas de una Habana Vieja que festeja sus 500 años.
Felipe VI, vistiendo una clásica guayabera, y Letizia, de sobrio vestido blanco, recorrieron una parte del casco colonial de la ciudad, guiados por su historiador oficial, Eusebio Leal, como parte de la visita que realizan a Cuba, la primera de Estado de un monarca español.
En medio de estrictas medidas de seguridad, la pareja real inició el recorrido por El Templete, una edificación neoclásica, construida en 1827 en el mismo lugar donde, al pie de una ceiba, se oficiaron la primera misa y el primer cabildo en la Villa de San Cristóbal de La Habana, en 1519.
Dentro del pequeño edificio, los reyes observaron detenidamente los óleos «La Primera Misa» y «El Primer Cabildo» del pintor francés Jean Baptiste Vermay (1786-1833), que reproducen el suceso histórico.
Después, parados frente a la ceiba, Leal les explicó la tradición que consiste en dar a la medianoche del 15 de noviembre, víspera de la fecha fundacional, tres vueltas al árbol, tocándolo o abrazándolo, y pedir igual número de deseos.
Los reyes también recorrieron los salones del Museo de la Ciudad, antiguo Palacio de los Capitanes Generales españoles, y en uno de ellos condecoraron a Leal con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III.
El programa oficial de la visita también incluyó el miércoles la asistencia de los reyes a la presentación de un libro de ilustraciones sobre los cinco siglos de historia de La Habana, y encuentros con representantes de la comunidad española en Cuba y de la sociedad civil de la isla.
Este jueves, los reyes visitarán el Museo Nacional de Bellas Artes, al que entregarán en préstamo un autorretrato de Goya, y luego recorrerán un centro científico en La Habana.
Felipe y Letizia viajarán la tarde del jueves a Santiago de Cuba (sudeste), en escala final, y abandonarán la isla antes de la fecha oficial del 500° aniversario de La Habana que tendrá celebraciones el viernes y sábado, a las que se espera asistan varios líderes latinoamericanos aliados de Cuba con los que Europa tiene diferencias.
Después de sostener conversaciones oficiales el martes con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, el rey se unió a Letizia en una primea caminata por el centro histórico de La Habana, donde hicieron un alto para almorzar en una «paladar» (restaurante privado).
La visita real es considerada un fuerte gesto político hacia Cuba, en momentos en que las presiones de Estados Unidos arrecian contra la isla.
