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Rolando Alvarenga
Cerrado el telón de actividades deportivas del año 2017, viene al caso -por ser un deber periodístico- hacer un micro resumen de los acontecimientos que fueron noticia en el deporte salvadoreño y que se convirtieron en la vergüenza, la tragedia y lo peor.
Sin duda, la VERGÜENZA DEL AÑO se lo lleva el desteñido papelón del contingente salvadoreño en los Juegos Centroamericanos Managua 2017. Una vergüenza en la que se excluye únicamente a los medallistas de oro y plata.
Y es que los Juegos Centroamericanos confirmaron el descenso del deporte salvadoreño, a nivel regional, respecto a otras naciones que demostraron que están haciendo bien las cosas. Y la debacle salvadoreña es culpa del INDES y el COES, que siguen sin cerebro para propiciar un giro radical.
Pero eso no es todo, Managua también dejó en claro que la falta de un relevo generacional en la alta competencia podría significar el principio del fin para la misa de cuerpo presente y funeral del deporte salvadoreño antes del 2021.
LA TRAGEDIA se escribió el jueves 24 de noviembre, cuando el infortunado púgil Francisco “La Pantera” Ruiz murió. Es de recordar que Ruiz había permanecido con diagnóstico de “muerte cerebral” tras ser noqueado por Ricardo “el Diamante” Cortez el sábado 18 de noviembre. ¡Un día triste para el deporte!
Finalmente, LO PEOR DEL AÑO fue la inutilidad del INDES en no encontrar una solución para pagar a tiempo los estímulos deportivos a los atletas. Y su cúpula siguió como el avestruz ante las consultas de este columnista. ¿Qué nos espera para 2018?
