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Kenny Cuadra, una joven maestra del Complejo Educativo Santo Domingo, del municipio de Chiltiupán, La Libertad, le puso un toque diferente a la clausura del año escolar. Foto Diario Co Latino/Cortesía

La seño Kenny en tiempos de Navidad

Rosario Rivas
@DiarioCoLatino

El trineo halado por los renos fue sustituido por un carro lleno de globos de colores y en la bolsa no iban regalos, si no los diplomas de sus 29 alumnos de kinder.

Así fue como Kenny Cuadra, una joven maestra del Complejo Educativo Santo Domingo, del municipio de Chiltiupán, La Libertad, le puso un toque diferente a la clausura del año escolar.

Tuvo que caminar por senderos cargando la bolsa que contenía los diplomas y tocar las puertas de las casas de sus alumnos que al verla sonreían fascinados con  la visita.

Y es que este año escolar ha sido diferente para todos los estudiantes, ya que la pandemia del COVID-19 trasformó la vida cotidiana y de toda la sociedad.

Por lo que se ha hecho necesaria la creatividad, como la de la maestra que buscó su traje de Santa Claus y bajo el candente sol salió en busca de sus alumnos para  que la entrega del diploma también fuera diferente.

Se ha conocido que algunos maestros, especialmente en los pueblos, se han visto en la necesidad de poner en práctica la creatividad, para vencer las dificultades y culminar con éxito el año lectivo.

Como lo hizo Kenny que se programó para  la entrega de los  respectivos diplomas.

Con esto la joven maestra mostró que cuando hay vocación para la enseñanza y amor por los niños, nada puede detener el deseo de verlos felices.

Aunque se tengan que caminar vestida de Santa Claus y solicitar la colaboración de los padres de familia al  pedirles que decoraran un lugar especial de sus humildes hogares para que los niños se ambientaran en su Día de Graduación.

Fue así que el día esperado llegó y los alumnos desempolvaron  sus uniformes, y esperaron la visita de la “Seño Kenny”, como cariñosamente le llaman.

Junto al diploma entregado, la maestra también les dio un sencillo regalito, con globos y un llavero con la fotografía de cada uno de sus alumnos

Esta historia refleja la dedicación y cariño que la “Seño Kenny”, profesa por sus alumnos.

Y que la clausura, que fue  diferente también será recordada, al lograr dibujar sonrisas en sus alumnos y en sus orgullosos padres.

Demostrando con ello que cuando se quieren hacer las cosas diferentes, se puede y sobre todo que en estos tiempos navideños es necesario ponerle color a la vida, de la niñez salvadoreña y olvidar un poco las secuelas de la pandemia, así como lo hizo la “seño Kenny”.

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