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César Ramírez caralvá
Escritor y antropólogo
Fundador de Suplemento 3000
Alegría es la primera impresión de este libro. Sucedió en una tertulia, viagra la verdad no siento ningún cargo de consciencia por disfrutar junto a mis amigos el intercambio de obras fraternales, store son momentos cada vez más singulares que parecen ritos de civilizaciones perdidas, puesto que las multitudes enajenadas por la tecnología, olvidan la “lectura lenta”, ese ejercicio dialéctico que parece una acción secreta de los herederos de la sabiduría milenaria; un libro es al final un documento primario, si agregamos la presencia del autor, suena a cantos de sirena agotados hace siglos, pero el 17 de abril de 2015, nos reunimos (Mario Bencastro y Mauricio Vallejo Márquez) para celebrar las raras visita de Mario, que en ésta ocasión nos presentaba su nueva novela.
El libro representa un mosaico de pasiones humanas sin fronteras en diversos tiempos, un conjunto de emociones conjugadas en personajes incluyentes que nos hablan de “nuestra vida en medio de tanta muerte”, en realidad se dibuja la esperanza en el universo cuscatleco: tragedia étnica, golpe de estado, guerra civil, familias dispersas y unificadas bajo signos poligámicos, o en las ocultas líneas sanguíneas proyectadas hasta el siglo XXI, muy similar a las tragedia de Electra 418-410 a.C.; Edipo 430-425 a.C. etc., que parecen lecturas cotidianas sucedidas miles de años… las cuales repetimos en nuestra tierra.
La sangre de nuestro pueblo con antecedentes mayas 2000 a.c. – 1546 d.C no desapareció de nuestro territorio, acaso se transfirió hacia nuestros genes en el presente; en síntesis somos más etnoamericanos que europeos, perpetuamos con nuestra vida la saga del olvido que respiran nuestras familias, no obstante la sangre dispersa con múltiples variantes infunde un sentido de honor, pertenencia, arraigo y tradición en la Patria de Ausolia, ahí coexisten: ricos y pobres, terratenientes y mujeres marginales o burguesas, militares con amantes étnicas etc., ahí comparten “todo”, como un gran teatro social lleno de máscaras y silencios.
Armando, el protagonista, recorre el sendero de muchos hombres en otras generaciones, se impone la vida, la sangre, la cuota generacional sin fronteras, se pregunta por su padre, de acá o allá, lejos o cerca, para: “no olvidar”.
La obra de Mario Bencastro atrapa el alma del pueblo mesoamericano en “La mansión del olvido”…
