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«Jorge Guirola Búcaro». Por Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso

Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso

La Ciudad de Santa Tecla posee bellezas arquitectónicas inigualables en sus plazas, monumentos y suntuosas residencias que aún circundan el centro histórico de la misma, que no tienen nada que envidiar a otros patrimonios dentro y fuera del país, lamentablemente estos bienes legendarios son víctimas de la voracidad desmedida de personas inescrupulosas y faltas de instrucción, que se dan a la tarea de destruir el poco patrimonio histórico que existe en la ciudad, luego del terremoto del 13 de enero de 2001.

Recientemente uno de estos inmuebles fue demolido por los nuevos propietarios, a ciencia y paciencia de la municipalidad y Ministerio de Cultura, como lo es la antigua casa de don Jorge Guirola Búcaro (+), y su esposa Josefina Yúdice de Guirola (+), edificada en 1854 durante la fundación de la ciudad, que en opinión de historiadores, es representativo de la arquitectura francesa, tal y como fue diseñada, para lo que se importó madera y láminas troqueladas desde Francia a finales del siglo XIX.

Jorge Guirola Búcaro fue un próspero agricultor; ya que Santa Tecla se caracterizó por sus plantaciones de café, maíz, hortalizas entre otros cultivos, su excelente clima y abundancia de mantos acuíferos. Don Jorge fue hijo de don Eustaquio Guirola de la Cotera (+), y doña Elena Búcaro de Guirola (+), originarios de Zacatecoluca, departamento de La Paz, en cuanto a la descendencia de Guirola Búcaro no se conoce nada al respecto. La residencia en mención está ubicada sobre la 2a avenida norte a pocos metros de la antigua alcaldía tecleña, con el correr del tiempo perteneció al doctor Joaquín Peralta (+), y en sus últimos años a la familia del recordado químico farmacéutico Gabriel Serrano (+).

Es importante señalar ante este atropello al patrimonio histórico de la ciudad, que Santa Tecla fue una hacienda perteneciente a la parroquia San Jacinto; que en 1786 pasó a formar parte del Partido de San Salvador; el que, a raíz del terremoto de 1854, se tomó la decisión de trasladar la capital a un nuevo territorio, por lo que se escogió la llanura de Santa Tecla por sus excelentes escenarios, sobre todo en cuanto a la obtención de agua.

Que el 08 de agosto de 1854 se fundó la Ciudad de Nueva San Salvador, por lo que, meses después se realizaron actos inaugurales entre el 24 al 26 de diciembre de dicho año, en la que se le otorgó la calidad de capital de El Salvador.

Cabe mencionar que con la llegada del siglo XX trajo a Santa Tecla la construcción y mejoramiento de vías de comunicación (1903); introducción de energía eléctrica (1906-1907); el primer tranvía (1920); el servicio de agua potable en (1927); que en 2004 se le devolvió su nombre original a la ciudad por decreto legislativo.

Por lo que, los tecleños debemos ser férreos defensores de nuestro patrimonio histórico y cultural, antes que debamos lamentar la destrucción de nuestra historia.

 

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«Para enflorar». Foto: Karen Lara. Portada Suplemento Cultural Tres Mil Sábado, 2 de noviembre 2024.