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Redacción Nacionales
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En un ambiente de alegría, júbilo y devoción, la feligresía católica participó de la misa en acción de gracias por la beatificación del padre Rutilio Grande, sus colaboradores, y fray Cosme Spessotto, celebrada en Catedral Metropolitana por el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, quien hizo un llamado a imitar a los mártires, pues al beatificarlos la iglesia los propone como modelos de fe y seguimiento a Cristo.
“Debemos escuchar ese llamado a la conversión en todo sentido, tal y como ellos lo hicieron, pues es del interior que nace la maldad y lo que mancha al hombre, porque del corazón salen las malas intenciones, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno envidia, difamación, orgullo y frivolidad”, expresó el arzobispo.
Enfatizó que el martirio de estos hermanos invita a cada uno a ser mejores cristianos, estar más unidos al Señor y al prójimo que sufre, a vivir la caridad fraterna de manera auténtica y trabajar incansablemente por una sociedad más justa, combatiendo la idolatría del dinero que despoja al pobre de sus bienes, le oprime, les niega sus legítimos derechos y somete a la miseria.
Exhortó a conocer y amar más a los mártires, así como en Ciudad Barrios, el hospitalito de la Divina Providencia y Catedral son lugares de peregrinación para venerar a San Oscar Arnulfo Romero, también El Paisnal y San Juan Nonualco sean puntos de gran peregrinaje y devoción, porque son lugares santos donde derramaron su sangre.
“Hagamos nuestra parte imitando a nuestros mártires, de quienes este 27 de agosto el Señor nos ha permitido conocer la noticia de su beatificación para el 22 de enero de 2022, nuestros mártires están intercediendo por nosotros continuamente, también conviene que los invoquemos y obtener de Dios la gracia que nuestro país se enrumbe por un sendero de equidad, en el que todos podamos vivir como hermanos, con verdadera paz social, fruto de la justicia y la verdad”, afirmó.
Agregó que sus martirios son un testimonio de unidad, pues aunque en diversos carismas trabajaron juntos por el reino de Dios hasta derramar su sangre por la fe, todos ellos murieron en torno a la eucaristía. San Oscar Romero, celebrando la santa misa, el padre Rutilio Grande y sus compañeros, fueron asesinados cuando se dirigían a celebrar la misa, y fray Cosme Spessotto de rodillas adorando el Santísimo Sacramento.
“La iglesia eleva a los altares a las personas para que sirvan de modelo, en este caso nuestros mártires con mayor razón, su modelo es edificante, elocuente y extraordinario, porque vivieron su fe a tal punto de dar la vida por Cristo, la verdad y el bien de nuestros hermanos más pobres, por el pueblo que sufría en aquel momento tanta injusticia, defendiendo sus derechos. El mensaje es a vivir el evangelio no con ideología política, sino tal cual, de forma radical y ponerlo en práctica”, indicó Escobar Alas.
El padre Rutilio Grande fue asesinado el 12 de marzo de 1977 cuando se dirigía a celebrar la misa a El Paisnal, le acompañaban Manuel Solórzano y Nelson Lemus, en el camino fueron emboscados y su carro ametrallado brutalmente. Mientras que, fray Cosme Spessotto fue asesinado el 14 de junio de 1980 en el templo parroquial de San Juan Nonualco, donde fue párroco por 27 años.
Para este domingo se pidió en todas las parroquias y ermitas del país celebrar una misa de acción de gracias, por la noticia de la beatificación de los cuatro mártires, cuya ceremonia será el próximo 22 de enero de 2022 en el atrio de Catedral Metropolitana, por el cardenal Gregorio Rosa Chávez, con un número representativo de feligreses, guardando las medidas de bioseguridad debido a la pandemia del COVID-19.
Los procesos de beatificación habían concluido el año pasado, pero por motivos de la pandemia no se pudo llevar a cabo la ceremonia, la cual será transmitida por los medios de comunicación católicos y redes sociales, para que las personas desde sus hogares puedan participar del evento.
