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Honduras cambia: Xiomara Castro es la esperanza

Licenciada Norma Guevara de Ramirios

En el año nuevo Honduras tendrá por primera vez una mujer Presidenta de la República: Xiomara Castro, lo que representa la esperanza de cambio para el hermano pueblo hondureño, al que felicitamos por su decisión.

En la lucha por el reconocimiento de las capacidades de las mujeres, se ha transitado por múltiples   experiencias, en las sociedades conservadoras como son las nuestras; se ha debido vencer el mito de que las mayorías no votarían a favor de candidatas presidenciales mujeres, y por eso ni siquiera es conveniente postularlas.

Qué bien que Honduras nos da a todos una lección, sí se puede vencer esos mitos y esas resistencias.

Libertad y Refundación, el partido que la postuló, partido surgido de la lucha contra el golpe de estado que en 2009 dieron militares al presidente Manuel Zelaya,  se manifiesta con hechos que cree en las mujeres, en su capacidad y esa confianza le ha proporcionado una victoria sin discusiones. Reconocieron, respetaron y apoyaron el liderazgo de la compañera Xiomara Castro.

Xiomara Castro, en 12 años de resistencia, ha sido dos veces candidata a la presidencia y una vez candidata a la vice presidencia de la república, eso es lo real y concreto y lo que ahora representa una esperanza y una oportunidad de cambio; un aire de progresismo en la región que se une a las otras victorias que en este año pudimos ver en Bolivia y Perú y Nicaragua.

Importante es que junto a la victoria de Xiomara  Castro, el partido  Libertad y Refundación (Libre como popularmente le conocemos), tendrá en la Asamblea y en las municipalidades, funcionarios electos por ese partido que supo articular una amplia alianza y expresar con claridad sus compromisos para la nación hondureña.

La presidenta electa merece el apoyo de las fuerzas de izquierda y progresistas de la región, pues queda claro en el mundo de hoy que son importantes los acuerdos, las alianzas, la solidaridad entre pueblos, la  cooperación para  enfrentar las urgencias y problemas estructurales que asfixian la vida de las mayorías desposeídas.

Sin duda se enfrentan mejor los problemas con sentido positivo, con voluntad y con apoyo popular, para ningún país es fácil resolver problemas estructurales de pobreza, desigualdad, seguridad, y hacerlo reconociendo y fomentando el derecho de la población a expresarse y ser partícipe de los cambios.

Y la masiva participación electoral y el amplio margen de la victoria, indican que  será posible ese signo distintivo de progreso en Honduras.

El respaldo interno ha sido evidente, la información indica que hubo una participación electoral de 68.54% del total de electores, el partido Libre obtuvo además de la presidencia, 50 escaños de los 128 que integran el parlamento y es de esperar que otros que le dieron apoyo a la presidencia también construyan alianzas para una gobernabilidad necesaria.

El programa de gobierno destaca, entre otros aspectos, la construcción de una democracia participativa, la construcción del poder del pueblo, la planificación del Estado, defender los derechos humanos y amnistía a los presos políticos. Marchar dicen, hacia una Honduras solidaria, incluyente y libre de violencia.

El programa anunciado por la presidenta electa, indica que optará por el alivio a la desigualdad y a la pobreza, son esas las mayores urgencias de nuestras sociedades, más ahora que en el marco de la pandemia se han perdido empleos, se deteriora la economía de los hogares mientras las grandes empresas han aumentado sus riquezas.

La esperanza del pueblo hondureño habrá de ser acompañada de trabajo en unidad, de comunicación para que la marcha se mantenga hacia un futuro mejor para la mayoría.

Ya Xiomara, cuando fue primera dama, acompañando al Presidente Zelaya, mostró su sensibilidad social, asumiendo la ejecución de programas en los que acompañó a las familias más necesitadas, sin hacer de ese apoyo motivo de promoción personal ni propaganda de gobierno, como  lo ha recordado el dirigente de Libre Gilberto Ríos en una entrevista inmediatamente después de conocerse la victoria.

Después del golpe de estado en 2009, con la lucha tenaz y creciente de la resistencia hondureña contra gobiernos surgidos del golpe y del fraude, después de batallar y ver a un pueblo emigrar para huir de la violencia selectiva, de la violencia institucionalizada, de asesinatos de periodistas y líderes sociales como Berta Cáceres, ese pueblo hermano tiene derecho a la alegría y a luchar para realizar su sueño de ser un pueblo con familias y comunidades seguras y felices.

Adelante hermanos, felicitaciones a todos los que hicieron posible esta victoria, felicidades presidenta Xiomara Castro.

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