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Managua / AFP
El gobierno de Daniel Ortega y una delegación opositora, integrada por representantes de los empresarios y la sociedad civil, reanudaron el jueves las negociaciones tras un impasse de tres días, con la promesa de las autoridades de excarcelar a «presos políticos».
«Los presos políticos son nuestro punto prioritario. El acuerdo dice que no pueden salir todos al mismo tiempo, tendrán que salir paulatinamente de acuerdo con un cronograma», comentó el jefe de la delegación opositora, Carlos Tünnermann, al ingresar al lugar de la reunión.
Las conversaciones arrancaron con la presencia de la comitiva oficial, presidida por el canciller Denis Moncada, y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), sur de la capital.
Participan también el nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, como testigo, y el enviado especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Ángel Rosadilla.
A la cita no acudió el representante de los estudiantes en la mesa de diálogo, Max Jerez, luego que la coalición universitaria rechazara el miércoles el reinicio de las negociaciones sin que el gobierno hiciera efectiva su promesa de liberar a los presos políticos.
Las partes acordaron volver este jueves a la mesa de trabajo a cambio de que el viernes se excarcele a «un núcleo apreciable» de personas detenidas por participar en las protestas antigubernamentales que estallaron el año pasado, señaló una declaración distribuida por la presidencia.
Sin embargo, los universitarios que integran el bloque opositor anunciaron su rechazo al entendimiento con el gobierno y su retiro de la mesa de diálogo.
«El acuerdo específico es que mañana (viernes) tiene que salir un grupo apreciable» de presos políticos y ese acuerdo fue presenciado por Rosadilla, explicó Tünnermann.
Por su lado, el exvicecanciller José Pallais, integrante de la delegación opositora, descartó que la ausencia de los estudiantes sea señal de un fraccionamiento de la alianza, y sostuvo que su ausencia es porque «quieren ver hechos».
Las negociaciones tienen como objetivo superar la crisis que vive Nicaragua como consecuencia de la violencia ocurrida durante las protestas antigubernamentales que estallaron en abril pasado.
