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Gloria Orellana
@GloriaCoLatino
“Ante los acuerdos que se han dado, la forma en que se ha integrado la COP 26 y el desinterés que ha mostrado el gobierno, porque no asistieron a esta cumbre. Como juventud organizada salvadoreña, lamentamos la actitud ante el contexto que estamos viviendo en el país”, dijo Judith Barrera, integrante de ReVerdes.
En un pronunciamiento público las organizaciones juveniles: FURD, ECO 2030, Proyecto Poder, ReVerdes, Youth Info Action, Hub de Finanzas Sostenibles El Salvador y Eco Matías, señalaron en el marco de la COP 26, que se realiza entre el 31 de octubre al 12 de noviembre, en la ciudad de Glasgow, Inglaterra, que los acuerdos que se tomen deben estar en coherencia ante la nueva realidad que presenta el cambio climático como la Pandemia del Covid 19, y los cambios climáticos extremos.
“Cuando el ministro de Medio Ambiente (Fernando López) no asiste a este evento, muestra el desinterés y falta de compromiso ante los efectos del Cambio Climático, solo desde aquí, podemos tener un análisis somero de las acciones que tendrán en torno a esta problemática”, dijo Barrera.
“Nosotros pedimos que se tomen acciones concretas que el discurso sea coherente con las acciones, no pueden venir hablar que están a favor de reducir las emisiones que provocan el calentamiento global, cuando se está otorgando permisos ambientales que buscan destruir los bosques, sus ecosistemas e impermeabilizando los territorios que son zonas de recarga hídrica”, afirmó Barrera.
Asimismo, citaron los nuevos informes científicos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, que es la responsabilidad histórica de las grandes naciones industrializadas y contaminantes, a las que pidieron acuerdos con mayor seriedad en su cumplimiento.
“Después de un año, con eventos climáticos extremos, como Estados Unidos con incendios forestales, sequías e inundaciones por huracanes que son más frecuentes e intensos; así también en Alemania con inundaciones mortales en julio pasado y los grandes incendios de al Sur de Europa, son hechos de la situación que se está viviendo en el planeta”, sostuvo, Claudia Ortiz.
En cuanto a las negociaciones en el marco de la COP 26, y las emisiones históricas junto con la desigualdad en la distribución de la riqueza y la demanda de Justicia Climática que han hecho las naciones del Sur Global, Ortiz, agregó que la relación directa entre la cantidad total de CO2, liberado por la actividad humana y el aumento en el nivel de la temperatura de la superficie de la tierra, pone en riesgo la humanidad y sus ecosistemas.
“El CO2 permanece en la atmósfera durante siglos y la cantidad acumulada emitida está estrechamente relacionada con los 1.2 C de calentamiento que el mundo ya ha alcanzado desde la época preindustrial”, explicó Ortiz.
“Los principales emisores de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles incluye a Inglaterra, Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña , Alemania, Francia, Japón y Canadá. Y los emisores de C02 por deforestación y cambio de uso de suelos acumulados, les compete a Brasil e Indonesia, países que se encuentran entre los mayores contaminadores en el mundo”, sostuvo Ortiz.
Sobre la Injusticia Climática, que ha sido la denuncia permanente por grupos ambientalistas del planeta, ha sido retomada por una nueva generación que provenientes de iniciativas inéditas, iglesias y sector académico, esperan retomar la bandera de lucha social, en defensa de las naciones que como Centroamérica son los principales afectados por el cambio climático, sin ser los principales contaminantes.
“Es tan grande la irresponsabilidad de los contaminantes históricos frente al destino de la vida en el planeta, que no cumplen ni siquiera sus compromisos derivados del Acuerdo de París (2015), pese a los acuerdos actuales, las emisiones marcan una tendencia a aumentar un 16%, para el año 2030, en relación a los niveles del año 2010”, explicó Alejandra Solórzano.
El planeta se “encamina a un calentamiento de 2.7º C, que es una marca por encima del nivel preindustrial , y por el objetivo trazado de no superar el 1.5º C, que solo significaría un “calentamiento global castastrófico”, por tanto, como juventud organizada demandaban del Estado salvadoreño, asumir una posición negociadora junto a los países de África, Asia, América Latina y pequeños Estados Insulares que se agrupan en el G77+China, agregó Solórzano.
“Debemos impulsar las exigencias de la Campaña de las emisiones globales de CO2, al año 2030, el pago y reparación de la Deuda Climática al proveer fondos suficientes para la adaptación y reparación de las pérdidas y daños de los impactos del calentamiento global, las tecnologías de desarrollo bajo en emisiones de CO2, y el apoyo para la creación de capacidades locales”, añadió.
“Exigimos al Estado que respalde a la niñez y adolescencia salvadoreña ante el Cambio Climático, que adopte la declaración de Cartagena sobre los Refugiados en relación a la Migración Ambiental. Denunciamos la Ley Bitcoin por lo que implica al medio ambiente y exigimos adherirse al Acuerdo de Escazú, para garantizar los derechos de la población a un medio ambiente sano”, puntualizó Solórzano.
