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Redacción Nacionales
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El Foro Nacional de Salud (FNS) calificó de negativa la politización de la emergencia y el uso de recursos institucionales con fines partidarios, al instalar albergues oficiales en sedes de partidos políticos y el uso de recursos comunicacionales con fines propagandísticos, y no para alimentar canales oficiales con información y orientación oportuna del qué hacer antes, durante y después de la tormenta.
Asimismo, expresó que la emergencia por la tormenta tropical Julia develó una vez más la situación de vulnerabilidad del país, a consecuencia de la poca o nula planificación en prevención y mitigación de riesgos, poca capacidad para la atención y reacción ante eventos socio ambientales.
Señaló el desmontaje del Sistema Nacional de Protección Civil a nivel comunitario, municipal, departamental y nacional; así como la desarticulación y falta de comunicación entre las acciones comunitarias e institucionales. Falta de organización, formación y equipamiento de las comisiones comunales y municipales de Protección Civil.
“Se dio una apertura de albergues sin condiciones, equipamiento ni orientación clara para su funcionamiento; no hay una instancia que articule la implementación de la Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres. La aprobación indiscriminada de permisos ambientales, para proyectos de construcción ponen en riesgo a las comunidades y afectan los ecosistemas”, reza un comunicado difundido por el Foro.
Para las organizaciones que conforman el FNS, son limitados los recursos económicos para la atención de la emergencia a nivel municipal, pese a la asignación ilimitada de fondos para la emergencia. Además, hay un acceso nulo o limitado de la información oficial de la evaluación de daños y necesidades de la población.
Durante la emergencia por la tormenta Julia hay una centralización de las decisiones y recursos, bloqueando la actuación oportuna de las instituciones garantes, locales y nacionales del Sistema Nacional de Protección Civil para garantizar el derecho a la salud, seguridad y alimentación.
Hasta el 10 de octubre las comunidades con presencia del FNS reportaron 35 emergencias donde destacan, desbordamientos de ríos y crecimientos de quebradas, aumento de la vulnerabilidad por cárcavas, cierres de calles y caminos vecinales por derrumbes que mantienen incomunicadas a las comunidades y sus medios de vida, colapsos de muros y viviendas.
Asimismo, caídas de árboles sobre caminos, viviendas y escuelas, pérdidas de cultivos y animales de crianza, falta de servicios de energía eléctrica y abastecimiento de agua potable; ayuda tardía en los territorios de parte de las municipalidades e instituciones públicas e invisibilización de los liderazgos comunitarios que están trabajando con sus propios recursos para proteger la vida y sus comunidades.
