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Chimoré, Bolivia/Prensa Latina
Evo Morales volvió el miércoles a esta población boliviana, de la que partió al exilio hace un año, y lo hizo con un mensaje de unidad y apoyo al nuevo presidente, Luis Arce, con quien, dijo, mantiene contacto.
‘Viene dura Lucha, tenemos que acompañar y cuidar al hermano Lucho (Luis Arce), dijo en una impresionante concentración de bolivianos llegados de todos los confines del país, y añadió que ‘no nos hemos equivocado al designar al hermano Lucho’ candidato presidencial, recordando que la nominación fue materia de controversia.
Dijo que esta madrugada se comunicó con Arce y este le manifestó que haría todo lo posible por venir al acto de hoy, pero no pudo, lo que entendió porque está organizando el aparato estatal, lo que es una tarea muy difícil.
Añadió que también habló por teléfono con Arce sobre el proceso de nominación de autoridades. El mandatario nominó a su nuevo gabinete en consulta con el Movimiento al Socialismo (MAS) que lidera Morales y el Pacto de Unidad que agrupa a las organizaciones sociales.
Esas organizaciones estuvieron presentes en el acto, al que asistieron los parlamentarios del MAS, incluido los presidentes del Senado, Andrónico Rodríguez, y de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, así como invitados de diversos países, como el candidato presidencial ecuatoriano, Andrés Araúz.
En otra parte de su intervención, bajo un fuerte sol refrescado por una lluvia que los asistentes soportaron a pie firme, Evo Morales dijo que ‘hemos derrotado a la derecha y vamos a seguir derrotándola, porque somos un pueblo unido’ que ha demostrado que sabe manejar al país.
Sobre el golpe de Estado que frustró su elección, dijo que la victoria de Arce y el MAS confirma que en aquellos comicios no hubo fraude, como alegaron los golpistas.
Añadió que la asonada confirmó que se vive una guerra ideológica y programática, en la que la derecha no acepta que los indios hayan podido cambiar Bolivia, y señaló que, pese a sus errores, el MAS demostró que administra el país mejor que los gobiernos neoliberales.
Señaló que el imperialismo no acepta gobiernos mejores que los neoliberales, no acepta el modelo económico ‘parido por los movimientos sociales’, basado en la nacionalización de los recuros naturales, por lo que el golpe de 2019 fue contra el modelo y para que Estados Unidos se apoderara del litio boliviano, de lo que citó pruebas.
