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Nelson de Jesús Quintanilla Gómez,
Sociólogo y Doctor en Ciencias Sociales Mención Gerencia y Profesor Universitario de la UES en la FMOtal. De San Miguel
La evolución de los medios digitales (redes sociales) ha permitido que estos sean un medio muy eficaz para practicar la “democracia digital”, dicho de otra manera, la libertad de opinar y participar en su más pura expresión. Los politólogos opinan que los estrategas de las campañas políticas deben de poner especial atención a estas herramientas de comunicación en manos principalmente de jóvenes, y desafortunadamente también de quienes, de manera perversa, buscan desacreditar a una persona o grupo, haciéndolo de manera artera y sin un freno o regulación que medie la situación.
Todo mundo comenta que si participas en política debes de saber manejar las redes sociales para llegar a públicos sobre todo de jóvenes que en la era digital se mantienen permanentemente conectados a un dispositivo electrónico y desde ahí emiten opiniones o ven opiniones de diferentes personas que participan en política, pero desde estos espacios se crean los perfiles B o troles que sirven para atacar a los adversarios de manera desenfrenada y sin ninguna educación con el propósito de descalificarlos a como dé lugar.
Nadie niega lo positivo de las redes sociales, pero tampoco se puede negar el lado negativo del uso descontrolado de las redes, lo cual implica que son arma de doble filo para la democracia digital; amen de la ley de delitos informáticos no se logra controlar el uso desmedido y mal educado de muchos para descalificar a candidatos y partidos políticos.
Gobiernos y políticos han tenido la tarea de enfrentar el gran fenómeno de las redes sociales, las cuales son dominadas en su gran mayoría por un público contemporáneo muy crítico y en ocasiones hasta cruel, y los cuales no miden sus opiniones, convirtiéndolas en ofensivas y llenas de reclamos, y en muchas ocasiones réplicas de otras voces, en su gran mayoría sin sustento.
La conectividad de estas plataformas permite la inmediatez en las publicaciones y su dispersión en poco tiempo, es por ello por lo que tanto los gobiernos, candidatos o grupos políticos deben de estar atentos para frenar cualquier daño, y dar respuesta asertiva en el momento adecuado.
Algunos dicen ‘ya no estamos en los tiempos pasados, hay que adecuarse a los nuevos tiempos’, para referirse a la importancia del uso de las redes sociales en política, eso implica el buen uso del Facebook, Twitter, yuto, Instagram, entre otros, hoy la política se hace de otro modo y cada día los Facebook Live se están poniendo de moda.
Una ventaja en las preferencias electorales de cualquier candidato(a) puede ser derrumbada en cuestión de minutos si no se cuenta con una estrategia digital preparada para actuar de forma inmediata. Si bien es cierto que la conectividad nos permite estar informados al instante, también puede ser un arma de doble filo, convirtiendo un hecho simple en una verdadera catástrofe que puede afectar a toda una comunidad.
En las redes sociales no hay margen de maniobra y la inmediatez se convierte en un fin en sí mismo, recordemos y tengamos en cuenta que los internautas tienen el poder de crear opiniones favorables o desfavorables e inducir a grandes grupos de manera casi instantánea, por ello la habilidad de los estrategas digitales es básica en todo equipo electoral, y estos deben de tener en cuenta que cuando las redes sociales se convierten en espacios ideales para acusar, denigrar, opinar sin fundamento, y ensuciar reputaciones, por otro lado las redes sociales también son el aliado ideal para crear un espacio de defensa con mayor rapidez y esparcirlo a todos los seguidores, logrando audiencias inimaginables, y alcanzar una mayor cobertura y por lo tanto mayor publicidad.
Es importante mencionar que, así como la democracia ha “evolucionado”, los partidos políticos también deben de evolucionar e innovar en sus estrategias electorales, menospreciar el poder de las redes sociales es un gran error, pues esta era de la globalidad y conocimiento digital en las nuevas generaciones, da la posibilidad de aprovechar esos espacios de manera impresionante, de no hacerlo así, los daños colaterales son muy graves y difíciles de corregir si no se hace en el momento justo.
Es importante tener en cuenta que las redes sociales son espacios donde el protagonismo es alto, y además un foro de comunicación entre la ciudadanía y los candidatos, por lo tanto para este proceso electoral 2019 de El Salvador, los partidos políticos deben saber captar el sector dominado por estas plataformas, que además suele ser muy voluble y apartidista, es importante considerarlo ya que este sector es atrevido y muy directo, además de contar con la capacidad de la movilidad digital de manera casi experta, recordemos que en muchas campañas electorales ganadoras –Obama, Trump, El Bronco- estos espacios han sido generadores de una gran cantidad de votos.
Desde la llegada de Internet, los partidos políticos han prestado especial atención a la forma en que podrían beneficiarse por estar presentes en la red.
Sin embargo, aunque Internet y las redes sociales facilitan la comunicación entre candidatos y ciudadanos, muchos políticos no utilizan las nuevas tecnologías para establecer una conexión más cercana con el electorado; por el contrario, en muchos casos prefieren continuar con la forma tradicional de hacer campaña: a través del monólogo político que hoy, ya no convence a nadie.
Todo candidato en campaña nos dirá que sus propuestas son las de mayor beneficio social y que sus verdaderas intenciones son mejorar la educación, aumentar la seguridad, crear mayores fuentes de trabajo, entre otras propuestas mil veces repetidas.
Ese es el monólogo político tradicional, poco persuasivo, nada original y generalmente ignorado, aún cuando en cada proceso electoral, la televisión, la radio, y las calles y avenidas nos ahoguen con este tipo de propaganda. En las redes sociales siempre hay que guardar cordura.
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