Página de inicio » Suplemento Tres Mil | 3000 » El Diario de Campo… ante tanto profeta pesimista

El Diario de Campo… ante tanto profeta pesimista

César Ramírez Caralvá

Escritor y antropologo

Un “Diario de Campo” es un instrumento histórico para la Antropología, nurse significa reseñar los datos relevantes en un trabajo orientado al “cambio cultural”, buy   día por día su utilización cobra vida al contrastar la realidad con los objetivos iniciales de la investigación, en ese momento la disciplina académica se enfrenta en primera línea con el grupo o grupos que tienen una disidencia estructural o vital  de la sociedad dominante, ellos conforman la sociedad subordinada –asociaciones contraculturales, ilícitas, delictivas y otras–.

El objetivo de la sociedad tradicional es la “adaptación cultural” de sectores marginales al modelo imperante, puesto que su “reproducción social” es negativa para los sectores involucrados: Estado, Sociedad, Cultura, Legalidad, Religión, en general el modelo histórico hegemónico.  Fernando Palma recorre con sus pasos la rica vivencia de Francia, menciona el Bulevard Richard-Lenoir hacia la rue Beaubourg, ahí se encuentra con un edificio contrastante con el Centro Histórico de París, el Centro Pompidou (1977).

Fernando reproduce la vida de aquella sociedad en su Diario, ¿acaso la vida no es una parodia del “orden” en nuestra mente?, pero en sus notas acontece el encuentro: “Me senté con François y Alain.  Apostados sobre el respaldo del banco, observaban en silencio el transcurrir de la gente…”.

Los años ochentas en las calles de París, poseen los arcoíris ambulatorios de: rockers, clochards, pacifistas, emigrantes ilegales, los calificados por los anglos como: “Exotic French sidewalk entertainment” en videos aficionados de Frank Zappa, que en alegre reunión comparten drogas, sexo, opiniones políticas, experiencias espirituales, arte, pintura, de ese mosaico juvenil los nombres insignias que asaltan la consciencia de Fernando son: Aldous Leonard Huxley, Carlos Castaneda o Grupos Musicales como The Beatles, The Rolling Stone y The Doors.

François indica: “… había leído sobre las guerrillas anti-sandinistas, subvencionadas por la CIA”, Fernando entonces hace referencia a su nacionalidad salvadoreña bajo el contexto de eventos electorales…  El lector puede visualizar en su imaginación la tormenta del escándalo Irán-Contra, donde Oliver Laurence North fue despedido por mentir a sus superiores en 1986, fue condenado pero nunca ingresó a prisión… con esas  referencias París une las nacionalidades latinoamericanas, africanas y europeas en el Centro Pompidou construido para revitalizar el barrio de Les Halles, una zona pobre y excluida; ese lugar popularmente fue denominado Centro Beaubourg.

Esa zona de exclusión es el objetivo del trabajo antropológico.  Existe la exuberancia adictiva de la población “objetivo” de: drogas, licor, trabajos informales y otros, mientras viven la represión policial y la marginación legal; Fernando y su Asociación intentan por medios no tradicionales conducir a los “excluidos” a la legalidad francesa, inducirles el cambio a favor de una vida productiva e integrarles nuevos valores sociales sin los métodos de represión histórica.

La represión simbólica de los métodos tradicionales, es modificada por medio del aprendizaje cultural al convivir con ellos mediante reuniones de café, además charlas de grupo en el campo y reportes de seguimiento para formar una base de datos en la asociación.  Un Cambio Cultural es lento, en muchas ocasiones las actitudes individuales son silenciosas, como un sincretismo amistoso.  La acción antropológica entonces es decisiva puesto que mide los resultados, que usualmente están ocultos a las multitudes.  El uso de los medios de comunicación tiene límites, su mensaje es despersonalizado, mientras el contacto directo de la observación participante convierte a los antropólogos en actores y artífices de la transformación social.

En la intervención cultural entre antropólogos y población objetivo, existe una discusión del sentido libertario, alegre, asociativo, el modelo social, la historia individual o la condición del emigrante, el exiliado, el ilegal; pero en esa propuesta de cambio la juventud tiene una eterna lucha contra las jerarquías que reclaman el “orden” con la opción de represión, la norma aceptada es la marginalidad para los “otros”, entonces ellos optan por el camino silencioso hacia la ilegalidad, así está construido el arsenal de la represión simbólica de años, no obstante la propuesta en el Diario de Campo es hacia la legalidad.

Mientras en París, Fernando vive con los zonards, recuerda a Carlos Castaneda, Aldous Leonard Huxley y Frank Zappa,  ahí refleja la libertad individual en eterno combate contra la libertad proclamada por el Estado, a pesar todo Francia es una sociedad democrática donde algunas expresiones contraculturales no son aceptadas, incluso la reunión espontánea en sitios públicos, los trajes excéntricos, los idiomas diferentes o las visitas a lugares clasistas.

Estos creadores tienen una fuente común, la psicodelia y la contracultura, de ellos se evocan conceptos por ejemplo de Castaneda: Las enseñanzas de Don Juan, Huxley: Las puertas de la percepción y Zappa músico de incursión sinfónica e irreverente, imposible olvidar  su concierto en Palais des Sports, París, 11 de Junio de 1980, sus  proclamas: “Muchas cosas erróneas de la sociedad deben ser atribuidas a que la gente que hizo las leyes tenía un mal ajuste sexual” y “Sin desviarse de la norma, el progreso es imposible”.  Bajo ese relieve transcurre el hilo conductor del contexto juvenil, las referencias de Fernando del legendario Miguel Mármol iluminan una breve entrevista alucinante de historias perdidas, un lejano país salvadoreño, con raíces mayenses olvidadas en frontera y el idioma q´anjobal, el verbo original, donde el universo es similar al recorrido de un caracol en fórmulas matemáticas.

Diario de Campo (Memoria de una estancia en el zoco) —En el nombre del recuerdo…— no concluye en el gabinete de estudio, se proyecta en propuestas de la antropología para los cambios culturales, más allá del mundo “démerde” y las quejas, avanzar hacia propuestas son la clave para una sociedad incluyente, plural, multiétnica y democrática, de otra manera no se superarán la reproducción de la pobreza en el capitalismo, entonces como las antiguas generaciones los instrumentos históricos realizarán su función, pero la nueva sociedad aspira a nuevas acciones culturales, de ahí que un diario de campo para toda la sociedad puede ser el camino para comprender a las siguientes generaciones en sus conceptos de libertad, música o aspiraciones de transformación, así perderemos el miedo al conocimiento.

El Diario de Campo nos hace admitir cierta compresión de la historia,  al poseer una alegría del cambio ante tanto profeta pesimista.

Ver también

Inaugurada exposición de Giovanni Palazzo «Los 80 en Blanco y Negro» en el MUPI

Tania Primavera* [email protected] Con una concurrida asistencia fue inaugurada la exposición fotográfica “Los 80 en …