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Londres / AFP
Los ecologistas del movimiento de desobediencia civil Extinction Rebellion (XR) lanzaron el martes nuevas protestas espectaculares en Londres, pese a la prohibición de manifestarse decretada por la policía británica, en su segunda semana de movilización mundial contra la crisis climática.
Para denunciar la ausencia de un «plan de transición que apoye la descarbonización de la economía británica», la cofundadora del movimiento Gail Bradbrook golpeó con un martillo los cristales de la fachada del ministerio británico de Transporte mientras otros activistas se pegaban con cola al pavimento. Bradbrook fue después detenida.
Los ecologistas también se congregaron frente a los locales de los servicios de inteligencia MI5 para «un banquete masivo», mientras los militantes de mayor edad protestaron ante al Palacio de Buckingham, una de ellos con una pancarta que decía: «¿Puedo mirar a mis nietos a los ojos y decirles que hice todo lo que pude?».
Otro activista se encaramó por la tarde a una columna cerca de una entrada del parlamento de Westminster, con el rostro cubierto por una máscara de gas y una señal de «STOP» con el logo de XR.
Tras una primera gran movilización en abril, el movimiento ecologista, nacido en el Reino Unidos a finales de 2018, lanzó el 7 de octubre una serie de acciones en todo el mundo, con epicentro en Londres donde condujeron a 1.489 detenciones.
En total, 92 personas fueron imputadas de diferentes delitos, principalmente obstrucción de la vía pública.
Las nuevas acciones del martes tuvieron lugar pese a que la policía londinense decretó la noche anterior una prohibición de manifestarse en la ciudad.
«Toda persona que no respete esta nueva restricción puede ser detenida y procesada», precisaron las autoridades en un comunicado, justificando la medida por las «graves perturbaciones» provocadas por la protesta en la capital británica.
El lunes por la noche, la policía desalojó así a los manifestantes reunidos en la céntrica Trafalgar Square.
Entre los detenidos se encontraba la eurodiputada ecologista Ellie Chowns. «Ejerzo mi derecho a manifestarme y he sido detenida junto a valientes activistas por el clima», escribió en Twitter.
«Las reglas han cambiado. Es intolerable, no se dio ninguna justificación, las manifestaciones eran pacíficas y se trata de una emergencia climática», afirmó en un vídeo que acompañaba su tuit.
XR indicó a sus manifestantes en las redes sociales otros lugares donde replegarse para pasar la noche, pero aseguró que «la rebelión internacional continúa».
El movimiento aboga por la desobediencia civil para obligar a los gobiernos a actuar frente a la crisis climática. Desde la semana pasada, sus activistas suben a los techos de los aviones, se pegan con cola a los edificios y bloquean los puentes de la ciudad.
