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San Salvador/Sputnik
Dos personas murieron soterradas al colapsar su vivienda por las lluvias de la tormenta tropical Julia, y tras negarse a ser evacuados como recomendaban las autoridades de El Salvador, informó este lunes el ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegain.
«Lamentablemente tenemos a dos personas fallecidas, nuestras condolencias para sus familias. Esto ocurrió en el barrio El Calvario en Guatajiagua, Morazán; colapsó un muro el cual les provocó la muerte», dijo Bidegain a la Secretaría de Prensa de la Presidencia.
El funcionario precisó que solamente una de las familias que habitan El Calvario accedió a la evacuación sugerida por la administración del presidente Nayib Bukele, que habilitó unos 80 albergues con capacidad para acoger a más de 3.000 damnificados.
«Tenemos a casi mil personas albergadas y gracias a eso no hemos tenido que salir corriendo a rescatar personas», destacó el funcionario, quien permanece en la región oriental del país, por donde ingresó Julia la pasada medianoche, tras causar estragos en Nicaragua.
Desde la noche del domingo el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales emitió una alerta por las altas probabilidad de deslizamientos de tierra, flujos de escombros y caídas de rocas y árboles en las zonas montañosas de esta nación centroamericana, así como a lo largo del litoral.
La Asamblea Legislativa (parlamento) aprobó el sábado la declaración de un Estado de Emergencia durante 15 días por Julia, la cual faculta a Protección Civil para realizar evacuaciones obligatorias en situaciones de riesgo, mediante los mecanismos coercitivos necesarios para «proteger el derecho a la vida».
Desde el fin de semana rige en este país la alerta roja, máxima en la escala de amenazas, y el propio Bukele decretó este domingo como «día nacional de oración» ante la inminencia de Julia, que ocasionó estragos en Nicaragua, Panamá y Honduras, así como inundaciones y riadas en El Salvador y Guatemala.
Según reportes meteorológicos, la tormenta generó lluvias durante toda la madrugada, así como vientos de hasta 70 kilómetros por hora, crecidas de ríos, bloqueo de rutas e inundaciones urbanas, las cuales son atendidas por un despliegue de casi 19.000 efectivos de distintas instituciones.
