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Bogotá/PL
Es más probable que haya pasado cocaína por la nariz del fiscal general que por mis manos, aseguró el dirigente de la FARC Jesús Santrich, arrestado en esta capital desde el 9 de abril.
El miembro del Consejo Político Nacional de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) fue detenido por la Fiscalía y está amenazado de extradición tras alegada investigación de la DEA y del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que lo acusan de narcotráfico.
En diálogo este martes con la W. Radio de Colombia y acentuado en otros medios locales, Santrich fue enfático en declararse inocente de los delitos que se le imputan.
‘De mi boca jamás escucharán salir la palabra cocaína. Esto es como una película de Indiana Jones, cada quien va poniéndole los efectos especiales y los montajes están a la vuelta de la esquina’, afirmó.
Sobre presuntos vínculos con otras personas acusadas de tráfico de estupefacientes y con gran despliegue mediático aquí comentó que él no puede adivinar quién es narco o no.
‘A mi casa llegó mucha gente con la idea de contribuir a impulsar el proceso de paz y toda la gente que llegó fue registrada por la Policía Nacional’, aclaró.
Dijo que persistirá en su huelga de hambre y está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias. Aseguró que no se va a dejar extraditar a Estados Unidos.
‘No voy a rebatir patrañas judiciales. Estoy en una acción política y con absoluta certeza no voy a dejarme extraditar. Yo voy a dar mi última batalla aquí, en mi país. Estoy en una huelga de hambre desde el 9 de abril y esto va hasta las últimas consecuencias’, remarcó.
Consideró que la construcción de la paz en Colombia ya no depende del partido de la FARC, sino de que los colombianos asuman las banderas del acuerdo pactado en La Habana.
Estoy ofrendado en este momento en la huelga de hambre mi vida hasta las últimas consecuencias, insistió, para que se respeten los acuerdos y se liberen a los prisioneros políticos de la FARC, aseveró Santrich.
