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Mirna Jiménez
@DiarioCoLatino
El infectólogo Iván Solano externó la necesidad de que el Gobierno haga estudios sobre el impacto de la campaña de vacunación contra el COVID-19 y la situación de la pandemia en el país, además de advertir que “está cambiando el patrón de la enfermedad en el país”.
“Hay que medir el impacto que las vacunas van a tener, no solo aplicarlas.
Necesitamos ver y analizar si la vacuna va a tener un impacto positivo en la cobertura de la población, cosa que no la estamos viendo”, manifestó el especialista.
Solano dijo que los estudios científicos han arrojado que la vacuna CoronaVac, de fabricación china, tiene solo un 42 % de efectividad contra la variante brasileña de COVID-19, mientras que dos dosis de Pfizer tienen un 88 % contra variante de India y 92 % contra la variante británica.
La CoronaVac es la vacuna que más se está aplicando en el país, con más de 2 millones, entre compradas por el Gobierno y donadas por la República Popular China.
Y si en el caso de la vacunación el país va a la deriva sin conocer la efectividad del proceso, lo mismo ocurre con la vigilancia de la circulación del coronavirus debido a que no se conoce si en el país hay otras variantes circulando, manifestó el galeno.
Solano dijo que el único estudio serio lo presentó en diciembre pasado la Unidad de Virología y Microbiología Molecular, de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador, que logró secuenciar las cepas de coronavirus que circulan en el país y confirmar que las mutaciones son más infecciosas.
Lo que sí han logrado percibir los profesionales de la medicina es que más adultos jóvenes entre los 40 y 50 años se están enfermando de COVID-19 de gravedad, en las últimas semanas.
“Hoy vemos que se está presentando severidad en personas más jóvenes 40, 50 años. Estamos viendo enfermedad más agresiva en personas jóvenes”, detalló en entrevista con canal TVM.
El infectólogo lamentó que el gobierno esté siendo hermético a brindar información sobre la situación de la pandemia de COVID-19 en el país, la cual es ahora “escasa y reservada”.
Afirmó también que el personal médico está experimentando presiones y amenazas veladas para que no divulgue información. “Los colegas que están en el sistema público tienen una espada en el cuello, que si dicen algo y se dan cuenta, les vuelan la cabeza”, dijo Solano.
