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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
A un año de la muerte de Wilfredo Medrano, la Asociación de Derechos Humanos Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, junto a la feligresía, recordó en la misa dominical de la Cripta en Catedral Metropolitana su legado por defender y reivindicar los derechos de las víctimas masacradas injustamente por el ejército.
Medrano falleció el 9 de septiembre de 2021, luego de complicaciones de salud, debido a una dolencia crónica. Era un jurista con larga data en materia de derechos humanos, inició su trabajo más prominente durante el conflicto armado en Tutela Legal del Arzobispado. Fue el abogado defensor de las víctimas en el juicio que se sigue por la masacre El Mozote.
El sacerdote Fredy Sandoval enfatizó, durante la homilía, el rol valiente, constante y firmeza que dejó a lo largo de su lucha como defensor de derechos humanos Wilfredo Medrano, quien se destacó por tener conciencia crítica, es decir, conocimiento de los hechos cometidos, causas y responsables de la delincuencia, así como su compromiso por buscar la verdad y justicia ante la impunidad en el país.
“A pesar de señalamientos y amenazas mantuvo su conciencia crítica, estuvo cercano a las víctimas, quienes lo han descrito con una profunda humanidad, sencillez y constancia con la que acompañó a las personas en los procesos de búsqueda de justicia, y representando a las víctimas en el sistema de justicia del país”, manifestó.
Muchos en este país saben quiénes son los victimarios y no mueven ni un dedo para eso se transforme, sin embargo, Medrano fungió como el abogado acusador en el caso de la masacre de El Mozote, investigó y recopiló testimonios, datos y toda la verdad vivida por las víctimas y sobrevivientes.
Al momento de la procesión de ofrendas en la misa dedicada a Wilfredo Medrano, se presentó una fotografía de él y un ramo de flores, simbolizando su entrega por defender a las victimas masacradas injustamente.
Asimismo, se presentó una vela encendida simbolizando al Padre Dios misericordioso, iluminando el camino del hijo pródigo que decide regresar a la casa, dejando atrás toda vida desperdiciada en injusticias, vicios o actos ilícitos.
De una forma especial en la eucaristía se pidió por las dificultades, crisis social, económica y política que afronta el país, a fin que esta realidad cambie para bien de la mayoría de la población.
Además, se oró por el cese de la violación a los derechos humanos, el nepotismo, la corrupción, difamación, calumnia, y desaparezcan los falsos ídolos, la marginación forzada, exclusión social y el pecado estructural.
