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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
A través de la campaña “¡Esto es de todas y todos!”, la Asociación de Cooperación Rural en África y América Latina (ACRA) y la Colectiva de Mujeres para el Desarrollo Local, pretenden generar conciencia en las personas sobre las prácticas de consumo responsable, seguridad alimentaria, protección ambiental y fomentar la agroecología, es decir, el cultivo libre de químicos.
La estrategia forma parte del programa “Mujeres y Juventudes construyendo ciudadanía desde la igualdad e inclusión en El Salvador”, buscan beneficiar a 1,595 personas, de las cuales 1,394 corresponde a mujeres y jóvenes de 16 a 30 años pertenecientes a grupos organizados; así como a 171 personal de las diversas municipalidades participantes.
El proyecto cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea, el cual tiene por objetivo contribuir al fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, para mejorar la gobernanza democrática y el impacto en las políticas públicas hacia una respuesta eficaz a poblaciones vulnerables post COVID-19.
La representante país de ACRA, Marta Drago, explicó que el proyecto es implementado en los municipios de Suchitoto, San Bartolomé Perulapía, Santa Cruz Michapa, Santa Ana, Acajutla, Jiquilisco, Usulután, San Salvador y Aguilares; priorizando las zonas más vulnerables en base a la experiencia de la Colectiva Feminista.
Detalló que con esta campaña se pretende sensibilizar a la población en seguridad alimentaria con principios de agroecología, se desarrollará en múltiples plataformas digitales y físicas. El proyecto inició el 1 de enero de 2021 con una duración de 30 meses y son capacitadas 129 mujeres, además se ha trabajado el fortalecimiento de organización en la sociedad y capacidad de incidencia, facilitando el encuentro con actores institucionales.
“Uno de los beneficios con el proyecto es haber generado un cambio de conciencia en las personas que es posible producir las frutas, verduras y hortalizas que consumimos, además de tener a la mano los productos; estamos conscientes cómo se han producido, cuáles son los elementos utilizados para su producción, estamos cuidando el medio ambiente pero también a nosotros”, enfatizó.
Milagro Alvarado, coordinadora de la región oriental de la Colectiva de Mujeres, manifestó que la campaña forma parte de los procesos de sensibilización, difusión e iniciativa con perspectiva agroecológica y los procesos de formación dirigidos a las organizaciones y funcionariado público.
“Con el proyecto se pretende modificar a una nueva forma de vida, donde los bienes de la naturaleza sean respetados y todas las personas tengan una vida más libre pero también más saludable. Se tiene presente la seguridad alimentaria con una perspectiva agroecológica con el acompañamiento de la Universidad Luterana”, manifestó.
Según Alvarado, con el programa se pretende el empoderamiento de las organizaciones de la sociedad civil para que puedan reivindicar sus derechos, desarrollar estrategias de trabajo enfocadas en la igualdad de género, hacer demandas a las instancias públicas con los gobiernos locales y asuman responsablemente los derechos de las mujeres y jóvenes.
Domitila Ayala, residente en la comunidad Florida I, municipio de Aguilares, se interesó en el proyecto porque era una forma de cultivar más saludable, libre de químicos y en sus viviendas podían elaborar un huerto casero. Actualmente, cultiva rábano, cilantro, zuquini, pepino, berenjena, lechuga colocha y romana.
“Queremos ver si podemos expandirlo a más personas, compartir los conocimientos y semillas que tenemos, para mejorar la alimentación porque en este momento los químicos nos están enfermando. Este proyecto ayuda a la economía familiar porque ya no gastamos en comprar los productos, además, podemos tener un dinero extra porque se logra vender de los productos cosechados”, indicó.
Mediante la agroecología se aprende a preparar la composta, bocachi, abono de lombriz, materia orgánica de los bosques, rastrojos de la cosecha. El compostaje es fundamentalmente para recobrar la vida del suelo, ya que sirve como un almacén de nutrientes y energía, favorece el desarrollo radicular de las plantas y estas a su vez obtienen una buena parte de nutrientes.
El abono tipo Bocachi es uno de los más utilizados por quienes se dedican a la agroecología, este sirve para completar la nutrición de los cultivos, es un abono fermentado cuya duración tarda no más de 15 días, al momento de hacerlo es necesario removerlo la primera semana dos veces diarias y luego una vez al día hasta terminar el proceso.
El bocashi, una técnica japonesa, la cual consta de nueve componentes fáciles de conseguir, como dulce de panela, granza de arroz, compostaje, tierra negra, melaza y estiércol de caballo. Además, en CESTA aprendió a preparar el mejorador de suelo, hecho con estiércol de caballo, hojarasca, ceniza, aserrín y agua.
