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Buenos Aires/Prensa Latina
Después de trasnochar en un día cargado de emociones, cientos de argentinos salieron el domingo en masa a las calles para recibir a su selección, la nueva campeona de la Copa América.
El plantel aterrizó temprano en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, procedente de Brasil y en su viaje hacia el predio donde entrena fue esperado por todo el camino por muchos que le mostraron sus reverencias y amor.
Un Lionel Messi con una sonrisa de oreja a oreja y cargando en sus piernas la Copa se divisaba desde la ventanilla de una de los dos ómnibus de la caravana. Del otro lado del cristal, cientos desbordados de emoción.
Felices y arengando dentro del vehículo se veía también a otro de los rostros que hicieron historia sobre el terreno en el estadio de Maracaná, donde la celeste y blanca levantó el máximo trofeo, tras doblegar a Brasil 1-0.
Gran conmoción causó la imagen de un hombre captado por las cámaras que corría casi como en una carrera de resistencia hasta donde le dio las fuerzas para seguir al ómnibus. Te amo Messi, gritaba a viva voz.
Casi a 100 metros del predio de Ezeiza fue imposible continuar el viaje y el ómnibus se detuvo por una autopista con un mar de pueblo que alzaba con orgullo la bandera nacional.
Así se vivió el día después de un triunfo que acariciaron los argentinos después de 28 años de espera. La Copa América, ya está en casa.
