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Amir Leiva
Gloria Silvia Orellana
@Redacción DiarioCoLatino
En el marco de la Trigésima Sexta Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), los arzobispos e invitados especiales se reunieron en la capilla del Hospital La Divina Providencia, en San Salvador, para conmemorar el centenario del natalicio de Monseñor Romero y reafirmar su afinidad por la doctrina promovida por el beato salvadoreño.
En medio de mucha emotividad y silencios para la reflexión, se llevó a cabo un solemne evento en el que se resaltó la vida y obra de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo que fue asesinado previo a la guerra civil en El Salvador. Los invitados al acto no ocultaban la felicidad que les producía el simple hecho de estar reunidos en uno de los lugares más representativos de la obra de Romero.
Debido a ello, no alargaron el protocolo inicial y muy ansiosos visitaron la sala “Monseñor Romero profeta y mártir”, donde además de conocer un poco más de cerca sobre este gran religioso, recibieron un recuerdo especial por parte de la iglesia.
Monseñor Juan Espinoza, secretario general del CELAM, dice que “esta vez (la asamblea) se ha hecho en El Salvador por la figura de Monseñor Romero. En esta asamblea se resalta una iglesia misionera pobre para los pobres y hemos venido hasta acá para destacar su vida, donde vivió su ministerio”. Agrega, también, que “para los obispos es algo muy emotivo y significativo, él es un ejemplo de dar la vida por nuestros fieles. El obispo es el esposo de la iglesia y este debe estar dispuesto a darlo todo por su feligresía”.
El acto conmemorativo se realizó en la capilla del Hospitalito La Divina Providencia, sitio que se escogió “debido a que se están visitando los lugares muy propios de la vida de él y de su martirio”, afirma Monseñor William Iraheta. En esta asamblea se reúnen los obispos de toda Latinoamérica, incluyendo por primera vez, sacerdotes de Estados unidos (EE.UU) y Canadá. Dentro de los invitados especiales, se contó con la presencia del Dr. Guzmán Carriquiry, subsecretario para América Latina de la Santa Sede del Vaticano y dos obispos auxiliares de Bogotá, entre los cuales está el Cardenal Rubén Salazar.
La capilla del hospital fue un escenario bastante modesto para la magnitud del evento. En el lugar no se colocó más que un afiche donde se leía una frase representativa del discurso de Romero y se habilitó un salón para ofrecer un pequeño refrigerio a los invitados. “La importancia es el unirse al sentir de lo q vive la iglesia en El Salvador. Monseñor Romero es muy amado y es modelo de vida para los obispos en el CELAM”, sostiene Iraheta.
Para los religiosos es de suma importancia contar con la presencia de la representación episcopal de los 22 países de América Latina y El Caribe que conforman el Consejo, sin embargo, en esta ocasión no se hizo presente la delegación de Cuba por cumplir compromisos que los tienen de visita en Roma.
“Para nosotros (como iglesia) es muy importante la celebración de la asamblea aquí en el país. Por un lado, es para celebrar el centenario del natalicio de Monseñor Romero, lo cual representa el reconocimiento y el culto hacia él y, además, la presencia del CELAM es un testimonio de aplicación de su doctrina”, explica Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador. Como muestra del apego al legado del arzobispo mártir, el Consejo Episcopal eligió al país más pequeño de los 22 que lo conforman y el cual está lleno de mucha pobreza, marginación, violencia y sufrimiento por la migración, aspectos que también se convierten en las principales temáticas abordadas por los participantes al evento.
Monseñor Romero: Sentir con la Iglesia
En la Cripta de Catedral donde descansan los restos del Beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero los miembros de la Asamblea general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) escucharon al obispo Auxiliar de San Salvador, Monseñor Gregorio Rosa Chávez citar la vida del Pastor Mártir, en un enfoque “desde Romero”, explicó.
En su intervención Monseñor Rosa Chávez describe algunos aspectos de la vida de Monseñor Oscar Romero desde que se ordenó sacerdote hasta su obispado, dando fe, el carácter y su particular consistencia en una voluntad entregada a Dios, la Iglesia y su pueblo.
Hay citas que recuerdan más a Monseñor Romero: “Si me matan resucitaré en el Pueblo” o “Con este pueblo no cuesta ser un buen pastor”. Hay una frase que casi nunca se dice, y es la fe… y la cuenta en su diario personal.
“Cuando mataron un sacerdote en la capital, durante su ministerio, después de la misa la gente se le acercó con un inmenso cariño a los padres y al Obispo Romero, y él escribió luego -Que bien responden los Pueblos cuando se les sabe amar-”, leyó el obispo Rosa Chávez.
Asimismo, comentó que botaría algunos “mitos sobre Monseñor Romero”, citó una entrevista de un periodista guatemalteco, cuyo material fue publicado en el periódico El Excelsior de México, con un texto atribuido a Monseñor Romero.
“No creo en la muerte sin resurrección. Si me matan resucitaré en el Pueblo Salvadoreño, se lo digo sin ninguna jactancia, sino con la más grande humildad, como Pastor estoy obligado por mandato divino a ver la vida por quienes amo, que son todos los salvadoreños, aún por aquellos que vayan a asesinarme y de llegar a cumplirse esas amenazas le ofrezco a Dios mi sangre por la Redención y Salvación de El Salvador el Martirio es una gracia que no creo merecer y si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea semilla de libertad y la señal de que la esperanza sea pronto una realidad”, citó.
Monseñor Rosa Chávez consideró que si bien, esta entrevista no estaba comprobada en su veracidad, cuando leemos sus escritos hay una semejanza, porque, en una parte de esa entrevista afirmaba “Y como un testimonio de esperanza del futuro a los que van a matarme -les digo- que les perdono y bendigo desde este momento. El Obispo morirá pero la iglesia de Dios y su pueblo no perecerá jamás”, expresó.
Entre otros datos personales del Beato Monseñor Romero destacó su amor por la Iglesia y su fidelidad a Dios y a la Virgen María, al comentar que previo a su ordenación de Obispo tomó como guía la Carta Programática de Pablo Sexto “Ecclesiam Suam”, sobre el “Mandato de la Iglesia en el Mundo Contemporáneo”.
“En esa carta hay tres peticiones que habla de la Iglesia que tiene que mirarse así misma y profundizar su conciencia; sobre la reforma en corregir sus propios defectos para renovarse y tercero el diálogo con el mundo. Y que ha sido el lema de esta asamblea de la CELAM quiero hacer énfasis como comienza con la Virgen María, al Corazón de Jesús Pastor y Obispo de nuestras almas; que están sintetizadas en estas palabras -Sentir con la Iglesia- y los tres caminos de la Iglesia”, expresó, al reiterar su compromiso y claridad en proponer el diálogo siempre y en cualquier circunstancia.
La jornada dedicada al Beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero culminó con una Misa Solemne en donde participaron todos los Arzobispos y Cardenales que integran a la Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y sus invitados especiales. Donde se reiteró la entrega espiritual y la visión profética del Pastor Mártir.
