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Como parte del legado del obispo luterano, Medardo Gómez y su esposa, ha iniciado el proyecto de Casa Comunitaria, donde hay una pequeña exposición de los ornamentos utilizados. Foto Diario Co Latino/Alma Vilches.

Casa comunitaria obispo Gómez: un legado histórico desde el martirio y compromiso social

“Así como nos lo enseñó el obispo, es muy importante que los niños desde pequeños vayan con el pensamiento de apoyar y alzar la voz, gritar por esos que no pueden”

Alma Vilches

@AlmaCoLatino

Luego de la muerte del obispo de la iglesia Luterana, Medardo Gómez y su esposa, la obispa emérita, Abelina Centeno de Gómez, la familia decidió abrir la Casa Comunitaria Apostólica, como un espacio para atender a niños, jóvenes y adultos en las áreas de salud integral, arte y cultura, niñez y adolescencia.

Bella Gómez, hija del obispo Medardo Gómez, explicó que esta iniciativa surge de la familia posterior a la muerte de sus padres, con el propósito de continuar con el legado histórico desde el martirio y compromiso social.

La Casa Comunitaria está en la calle 5 de noviembre #313, del barrio San Miguelito, en San Salvador, en el lugar está una pequeña sala de exposición y biblioteca con los ornamentos, libros que él escribió y utilizó a lo largo de su trayectoria como pastor y obispo.

Dijo que también se pretende incluir un espacio de arte y cultura, cuya iniciativa comenzará con clases de pintura, baile, y otras áreas.

La Casa Comunitaria, obispos Medardo y Abelina Gómez se inaugurará oficialmente el 27 de marzo de 2026.

“Estamos abiertos a público, no necesariamente tiene que ser alguien de la iglesia luterana, tenemos un área que es la de educar y apoyar a la niñez y adolescencia en el tema bíblico. Queremos que todo vaya de la mano de Dios, la iglesia y el cristianismo, y continuar con el legado del obispo Gómez y la obispa emérita, seguir con el camino que él nos preparó”, sostuvo.

Gómez expresó que el área de salud integral funciona a través de la clínica luterana, la cual inició en el año 1973 y hasta la fecha continúa brindando atención. En aquel momento abrió para trabajar únicamente con la población de escasos recursos económicos que vivía alrededor de la iglesia, dándoles atención y medicinas necesarias, quienes atendían la clínica eran voluntarios que humanitariamente colaboraban.

Posteriormente, la clínica luterana se constituye legalmente a finales del año 1982 en plena guerra civil, dada la necesidad de dar auxilio y atención a muchas personas desplazadas por el conflicto armando en esa época, la iglesia acogía y daba protección a más familias que salían huyendo de sus lugares de origen.

En ese tiempo la iglesia contrató a dos médicos, en un primer momento visitando y dando atención médica a las familias del “Refugio Fe y Esperanza”, en el municipio de Nejapa, posteriormente se abrió un pequeño consultorio en la actual iglesia la Resurrección en San Salvador.

En 1994, con apoyo de una hermandad de Francia se hizo un donativo para un equipo de laboratorio clínico, esto amplió la atención medica con el laboratorio clínico luterano el cual existe hasta la actualidad.

Los servicios de atención favorecieron y siguen sirviendo a la población con bajos costos económicos en los alrededores del barrio San Miguelito en San Salvador.

Actualmente, la clínica tiene proyecciones de ampliar sus servicios con diferentes especialidades médicas, incluyendo especialidades en medicina natural, medicina alternativa, quiropráctica y salud mental.

“La prioridad ahorita es la clínica para la salud integral, sobre todo, porque conocemos el sistema de salud que nos rodea, por eso es muy importante para la población. La clínica funciona de lunes a viernes, de 7 de la mañana a 12 del mediodía. La consulta odontológica es por cita, medicina general es por orden de llegada, tanto la consulta como el medicamento es a bajo costo”, recalcó Gómez.

Una de las ideas de comenzar con la Casa Comunitaria fue recordar y mantener viva la historia de la iglesia Luterana y del obispo Medardo Gómez, por eso se le pretende dar el realce a la “Cruz Subversiva”.

“Durante el conflicto armado estaban buscando al obispo Medardo para llevárselo preso, gracias a Dios él no estaba, secuestraron a unos extranjeros y la cruz que estaban en el lugar, la cruz estuvo presa, para ese tiempo estaba el presidente Alfredo Cristiani y el obispo le pidió la cruz, le dijo que si era posible entregarla, la cruz fue recuperada y venía con las plegarias de la gente, actualmente está en la iglesia La Resurrección”, explicó la hija del obispo luterano.

La clínica luterana brinda consulta general, ortopedia, odontológica, y servicio de laboratorio clínico para la población a un bajo costo. Foto Diario Co Latino/cortesía.

A la vez, recalcó que estas partes de la historia y vida del obispo Gómez son importante recordar y dar a conocer, así como que en 1992 fue nominado al Premio Nobel de la Paz, por haber impulsado el Refugio de Fe y Esperanza, sin embargo, en ese año lo ganó Rigoberta Menchú.

Detalló que durante el conflicto armado el refugio acogió a las habitantes de las comunidades invadidas por el Ejército que quemaba cultivos y viviendas, la gente huía y la iglesia luterana las llevó a un terreno de Nejapa, y comenzó a crearles condiciones de vida diferentes, construyeron viviendas e instalaron talleres vocacionales de carpintería, artesanía. A las familias también les brindaban atención médica y alimentos.

Para iniciar con la Casa Comunitaria, se llevó a cabo un proceso de talleres o consultas para identificar las necesidades de la población, es así como surgieron las áreas de cultura, iglesia y salud.

Según Eduardo Flores, del comité fundador de la Casa Comunitaria, tienen alrededor de11 mesas las cuales surgieron a partir de una reunión, con diferentes sectores invitados a elaborar y construir este proyecto.

Flores enfatizó que entre las metas para el próximo año está, coordinar intercambios formativos de identidad artística y cultural; establecer la biblioteca como un espacio de educación cultural y artes; impulsar talleres artísticos y culturales; educar la población en función de la memoria histórica colectiva, establecer la casa como un espacio de arte popular y cultura viva, apertura de un sello editorial en El Salvador con alianza Palabra Viva.

“Se pretende establecer alianzas con los colegios luteranos y otras instituciones, para fomentar las actividades de la Casa Comunitaria y fomentar alianzas con organizaciones en el marco de la fraternidad, en este caso con organizaciones sociales, movimientos sociales, sindicatos, entre otros”, aseguró Flores.

Comité fundador de la Casa Comunitaria, para iniciar con este proyecto se hizo una consulta con diferentes sectores. Foto Diario Co Latino/cortesía.

Externó que el comité de educación para la niñez iniciará el próximo año y para llevar a cabo las actividades se apoyarán de dos pastores de la iglesia luterana, orientado desde la parte teológica y bíblica, pero también llevando al área social, para lo cual, establecerán talleres y jornadas de capacitación y formación.

Flores señaló que el objetivo es utilizar técnicas o métodos encaminados a la formación de los niños y jóvenes a través de la palabra de Dios, guiados por el Espíritu Santo, luego insertarlos en los diferentes talleres que estaría ofreciendo el Comité de Arte y Cultura.

Como parte del legado y apoyo que el obispo Medardo Gómez daba a las comunidades, para el 10 de enero de 2026 en Mesa Grande, Honduras, entregarán un reconocimiento por toda la labor que hizo durante el conflicto armado con las personas refugiadas.

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