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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Las personas albergadas en el centro escolar del cantón Los Naranjos, municipio de San Francisco Morazán en el departamento de Chalatenango, luego de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal, recibieron de Cáritas de la Diócesis de Chalatenango alimentos, kits de aseo personal limpieza y ropa.
Estas acciones del voluntariado forman parte de la campaña local de recolección que Cáritas de la Diócesis de Chalatenango, que impulsa para ayudar a personas en situación de vulnerabilidad debido a la pandemia de COVID-19 o como resultado de los daños provocados por las lluvias.
La ayuda a las personas damnificadas se efectuó mediante donativos de miembros de la feligresía de diversas parroquias, que fueron preparadas por el voluntariado de Cáritas, clasificándolas los donativos de ropa por edad, el empaque y traslado al albergue, en el cantón Los Naranjos, que debido a las constantes precipitaciones las vías de acceso se encuentran en condiciones críticas y vulnerables.
Ante esta situación el traslado de la ayuda se realizó por los propios medios del voluntariado y apoyo del personal de la Alcaldía Municipal de San Francisco Morazán, elementos de la Fuerza Armada, quienes llegaron a pie, para entregar la ayuda a las familias damnificadas.
Asimismo, Cáritas El Salvador, informó que 270 familias serán beneficiadas por transferencia de fondos; las comunidades están ubicadas en el corredor seco de las diócesis de San Miguel y Santiago de María, quienes recibirán 100 dólares cada una, bajo la modalidad de “Cash Transfer”, que cuenta con el apoyo de Catholic Reliefe Service (CRS).
La acción se enmarca en dar respuesta a familias, afectadas por la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, y que no fueron beneficiadas con los programas del Gobierno. La entrega del dinero se realizará durante la segunda semana de junio a 120 familias en la Diócesis de Santiago de María y 150 de la de San Miguel, de un total de 27,000 dólares como fondo común.
“Con la ayuda se busca que las familias, además de adquirir alimentos, tengan la posibilidad de suplir otras necesidades, como por ejemplo compra de medicamentos. Esto debido a que la mayoría de estas familias ya presentaban dificultades económicas y las mismas se han agravado y pueden agravarse más, por los efectos de la cuarentena impuesta a raíz del COVID-19”, explicó el coordinador del proyecto R2R, Pedro Caballero.
