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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Luego de dos años de la pandemia del COVID-19, que obligó a suspender las actividades, cientos de feligreses se hicieron presente para honrar al Divino Salvador del Mundo durante la solemne eucaristía en las afueras de Catedral Metropolitana.
La misa fue presidida por el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, quien afirmó que el patrono de la República llama a trabajar por la transfiguración de la nación, ya que no puede seguirse desangrando a través la violencia que ha sufrido a lo largo de su historia.
“Es necesario precisar que dicha violencia siempre la ha sufrido el segmento pobre del pueblo, los pobres del país han sido y todavía son las verdaderas víctimas de tanta injusticia, violencia, extorsión, migración forzada, entre otras, esos problemas no se pueden admitir. El Salvador tiene derecho a vivir en paz”, comentó Alas y luego fue aplaudido por la feligresía.
A criterio del religioso, es necesario que los inocentes no sean incriminados, con el Régimen de Excepción se han capturado a cientos de salvadoreños que no tienen ninguna relación con pandillas. Es necesario un sistema tributario justo, en el que los impuestos los paguen en mayor medida quienes tienen más beneficios, y no lo contrario, como se ha hecho hasta hoy.
“Bien podemos oír la voz del Divino Salvador del Mundo que nos dice que El Salvador debe transfigurarse, haciendo justicia a los trabajadores, debe haber una ley de pensiones justa que verdaderamente defienda los derechos de los trabajadores, un sistema provisional que garantice una pensión digna para todos los trabajadores”, expresó Alas frente al presidente del Congreso, Ernesto Castro.
Además, dijo que el Divino Salvador del Mundo pide transfigurar el país, protegiendo el agua, e impidiendo la contaminación de la mina Cerro Blanco, en Asunción Mita, Guatemala, porque contaminaría el Río Lempa y en consecuencia, el agua que se bebe, “lo cual sería un verdadero atentado contra la salud y la vida de un pueblo”, recalcó.
Transfiguración
Como es tradición cada 5 de agosto la iglesia católica celebró la transfiguración del Divino Salvador del Mundo, este año una fuerte tormenta con vientos cayó sobre San Salvador, pese a la lluvia la feligresía continuó en la procesión que salió desde la Basílica Sagrado Corazón de Jesús para la Catedral Metropolitana de San Salvador donde se desarrolló el acto religioso.
El punto culminante y más tradicional de las fiestas capitalinas es la Transfiguración o conocido popularmente como “La Bajada”, el 5 de agosto, cuando se rememora el relato bíblico donde Jesús sube a la montaña con algunos de sus discípulos, de repente una nube cubre la montaña y una voz desde el cielo lo reconoce como el hijo de Dios.
En frente de Catedral se instaló una estructura con una altura de 18 metros, encabezado de un globo terráqueo de donde salió la imagen con un atuendo, vuelve a emerger, y nuevamente apareció con un traje blanco brillante, las cuales imitan la luz que supone iluminarlo durante la transfiguración.
Este 2022 el monumento rindió tributo a los recién beatos, Fray Cosme Spessotto, Rutilio Grande, Manuel Solórzano y Nelson Lemus. Liderada con el retrato de San Óscar Arnulfo Romero y el mensaje espiritual: “Divino Salvador del Mundo ilumina nuestro caminar con la esperanza que vivieron nuestros mártires”.
El cardenal Gregorio Rosa Chávez señaló que El Salvador se encuentra con otra clase de martirio, el cual sufren las madres quienes siguen llorando a sus hijos o hijas desaparecidos; el de las familias que no saben si alguno de sus seres queridos fue arrojado a las fosas de una casa de Chalchuapa.
Asimismo, sostuvo que las madres viven un martirio al tener hijos sufriendo en condiciones infrahumanas en centros penales, no importa si son inocentes o culpables, porque todos tienen derecho a un tratamiento digno y a una oportunidad para rehacer sus vidas; por supuesto los culpables deberán afrontar las consecuencias de sus actos.
“Así como el drama de los jóvenes a quienes les han robado sus sueños y se ven obligados a emigrar, no puedo dejar de mencionar el martirio de muchos de nuestros periodistas, decía Monseñor Romero
que el periodista, o dice la verdad, o no es periodista. Como dice el Papa Francisco, algunos medios de comunicación pueden vender como verdad, la más burda mentira”, enfatizó el cardenal.
Previo a este acto, durante la mañana del 5 de agosto la imagen del Divino Salvador del Mundo procesionó desde Catedral hacia la Basílica Sagrado Corazón de Jesús con una parada en la iglesia El Calvario, debido a una antigua tradición que se remonta a 1777, durante el inicio de este templo en el centro capitalino.
Ever Castillo, colaborador de la Cofradía del Divino Salvador del Mundo, detalló que la procesión de La Bajada iniciaba de la parroquia El Calvario, justamente porque el templo se encontraba a una mayor altura de la ciudad, entonces, el carro que se decoraba frente a la iglesia forzozamente bajaba al centro de la ciudad, donde hacía el acto de la transfiguración, específicamente en la esquina del (ex) Cine Libertad.
Castillo recordó que en la Plaza Libertad era el acto de la transfiguración, sin embargo, en 1963 las autoridades de la iglesia católica disponen trasladar la procesión a la Basílica del Sagrado Corazón, porque brindaba las calles adecuadas para el gran paso procesional de aquel gran carro alegórico que se elaboraba.
Los feligreses de la iglesia El Calvario al ver que le cambiaron su tradición hablaron con el obispo para que diera el beneplácito para que la procesión cada 5 de agosto, visite la parroquia El Calvario, recordando el origen de la procesión de La Bajada.
