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East Rutherford/EEUU/dpa
La Copa América Centenario de fútbol celebrará mañana la final más intensa que se podía esperar, con Chile encendido en búsqueda del bicampeonato y una Argentina con Lionel Messi resuelto a poner fin a 23 años de sequía de títulos.
El partido en el estadio MetLife de East Rutherford, en las afueras de Nueva Jersey, pondrá algo más que este título especial en juego, ya que el actual campeón de América necesita revalidar su gran momento con otro trofeo frente a un conjunto que llega afianzado pero urgido por ganar y con Messi en su mejor momento con la selección argentina.
Argentina lidera el ranking mundial de FIFA, pero viene de perder dos finales consecutivas, en el Mundial de Brasil 2014 y la Copa América 2015, y aspira a que la tercera sea la vencida.
Por su parte, la “Roja” cuenta con un nuevo técnico, Juan Antonio Pizzi, quien tras varios traspiés iniciales encontró la sintonía con el plantel y potenció sus cualidades.
Argentina afianzó su juego liderada por un Messi brillante, que se apoderó del récord como goleador histórico de la selección, y sabe que este es el gran momento para hacer historia. La selección bicampeona del mundo no gana un título desde la Copa América 1993 y necesita un trofeo que revalide a este grupo de estrellas del fútbol mundial.
Argentina debutó en la Copa América Centenario con un triunfo ante Chile, en un gran primer paso que despejó fantasmas y que tuvo cierto sabor a desquite, aunque la verdadera revancha, que Messi prefiere llamarla “oportunidad”, tendrá lugar mañana. Los albicelestes dejaron luego atrás a Panamá, Bolivia, Venezuela y al anfitrión Estados Unidos.
La única preocupación del técnico Gerardo Martino gira en torno a los jugadores lesionados o con sobrecarga física tras un campeonato intenso al que todos llegaron sin descanso tras sus respectivas temporadas en los clubes.
Descartados Ezequiel Lavezzi, por fractura de codo, y Augusto Fernández, por desgarro muscular, están en duda Javier Pastore, Ángel Di María, Nicolás Gaitán, Marcos Rojo y Ever Banega, aunque los dos últimos en menor grado. El nutrido y poderoso banco de suplentes se debilitó pero Martino apuesta a que la jerarquía de sus individualidades sostenga al equipo compacto que deslumbró en los últimos partidos.
Por el lado de Chile, el panorama es mucho más claro y tranquilo. El único jugador descartado es Pablo Hernández, con una lesión en la rodilla, que igualmente no hubiese estado en el once inicial. Marcelo Díaz, ausente en la semifinal ante Colombia por una lesión muscular, recuperará su lugar en la mitad del campo. Tras sacarse de encima el peso de 99 años sin títulos, la “Roja” accedió a esta final con un vuelco notable entre la primera fase y la etapa decisiva. Después de la derrota inicial ante Argentina, venció a Bolivia con un polémico penal en el octavo minuto de descuento y con algo de susto a Panamá. Sin embargo, en cuarto arrolló 7-0 a México y en la semifinal superó con autoridad a Colombia.
Adaptado a los retoques que propuso Pizzi tras reemplazar a Jorge Sampaoli, Chile siente que está ante una oportunidad histórica de conseguir el bicampeonato.
