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Yaneth Estrada
@caricheop
El doctor e infectólogo, Jorge Panameño advirtió este lunes que “ante una posible reducción de la efectividad de la vacuna contra la COVID-19, y por el surgimiento de nuevas cepas, los fabricantes han llegado a recomendar la aplicación de una tercera dosis”.
Esto debido a las diferentes variables de la enfermedad, más agresiva y mortal que circula en países como Inglaterra, la India y Brasil.
Análisis que coincide, con el de Albert Bourla, el consejero delegado de Pfizer, quien dejó entrever la necesidad de una tercera dosis contra el coronavirus para las personas vacunadas. “Probablemente sea necesaria en algún punto entre los seis y los doce meses [después de la segunda]. Y, a partir de ahí, habrá una vacunación anual, pero todo esto tendrá que confirmarse”, afirmó el directivo de la farmacéutica en una charla para la cadena de farmacias CVS, grabada a inicios de abril.
Además, con base a las estadísticas oficiales, Panameño aseveró que en el país que “actualmente se ha logrado vacunar a un 11 % de la población meta, pero para lograr la inmunidad de grupo se necesita tener vacunado a un 98 %”.
Esto lleva a pensar en otros elementos importantes, como de dónde se obtendrá el financiamiento y la logística para lograr esta dura faena. Eduardo Espinoza, exviceministro de Salud y representante del Foro Nacional de Salud (FNS), consideró que se necesitarían cerca de 5 millones de vacunas (por dos o tres dosis) para lograr la inmunidad en rebaño de la que tacto se habla, que dependerá del tiempo de aplicación entre una y otra dosis (de 28 días a 45), además de descentralizar la aplicación de las vacunas.
Según el experto, quien atendió emergencias por H1N1 en 2011, no es recomendable concentrar a toda la población vulnerable en un Megacentro de vacunación, debido al aumento de la carga viral, sería mejor llegar a los hogares, o tener un sistema en primer nivel de atención hospitalario para evitar contagios. Sin embargo, estos Centros o Ecos Familiares fueron los primeros en quedar sin financiamiento en la actual administración.
Críticas por igual
También el presidente del Colegio Médico de El Salvador (COLMEDES) afirmó que como gremio profesional “hemos sido críticos con diversos Gobiernos, no solo con el actual, hemos luchado siempre porque se logre un servicio de salud digno para la población”. Esto incluye marchas blancas contra la privatización de la salud, acoso laboral, falta de garantías al personal médico, falta de medicamentos, compra de equipo de protección, hasta indagar sobre procedimientos y número de personal de primera línea fallecido durante la pandemia. “Vemos con preocupación que el manejo de la información de la pandemia se maneje exclusivamente por parte del Gobierno”, dijo Brizuela.
Asimismo, el galeno consideró que como especialistas, investigadores y educadores les gustaría tener acceso a datos del Gobierno para hacer sus propios análisis en cuento a contagios, fallecido, grupo etario más afectado y cifras de recuperados. Este lunes, El Salvador registró 72,220 casos confirmados de COVID-19, con 2,220 fallecidos. Mientras los vacunados son 1,642,451, con la primera dosis 1,097,762 y con la segunda 544,689.
