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Luis Arnoldo Colato Hernández
El pasado 8 de abril, Telesur informaba, como luego confirmara RT, CNN y BBC, como la población de Hamo, en Kamisli, Siria, se oponían al tránsito de una caravana de vehículos artillados estadounidenses que intentaban cruzar el territorio; la misma información reseñaba como en otras aldeas también se habría impedido el tránsito de los miembros del contingente, mientras se repliegan hacia el noreste sirio, donde fortalecen sus posiciones.
Tal noticia, cobró nueva relevancia en el marco de la destrucción de otra caravana de blindados estadounidenses mientras viajaba a Irak, de acuerdo a las mismas fuentes, sin relevar quienes atacaron o cuantas fueron las bajas que habrían sufrido los estadounidenses.
Aparentemente la motivación de los agresores fue el destruir la valiosa carga transportada por los estadounidenses: petróleo.
Y es que la reubicación de los estadounidenses es en un territorio muy particular de Siria, el noroeste; concretamente en Al Hasaka y Al Malikiyah, las cuales son además el mayor reservorio petrolero sirio.
A propósito de ello, y para comprender el valor que estos territorios tienen para estadounidenses, británicos, franceses, turcos, jordanos e israelitas, quienes desde el principio del conflicto sirio interfirieron en éste, albergando, equipando o instruyendo al Daesh, pero, además sustrayendo el petróleo sirio, que comerciaran, en un turbio mercado ilegal, obteniendo hasta $38.00 por barril, y hasta $30, 000, 000. 00 semanales, de acuerdo a la propia ONU, y la OPEC.
Es decir, el descarado robo de recursos sirios por los arriba señalados, fue antes reconocido por el actual ejecutivo estadounidense, en el discurso inaugural del proceso eleccionario presidencialista, iniciado en mayo pasado, en Tulsa, Oklahoma, donde entre otros reseñaba como logro “…Nos quedamos con el petróleo sirio, y podemos hacer como queramos…”, presentando el saqueo de los recursos sirios, como trofeo del intervencionismo.
Aquello, sin embargo, no sorprende pues ya lo señalaba el General Rasmussen, enviado especial de las ONU para investigar en su inicio las causas de la violencia en Siria, mismas que de acuerdo a lo descubierto por su equipo en el terreno, habría sido provocado por “…elementos ajenos al gobierno sirio… aparentemente financiado por agentes externos…”, lo que fuera silenciado por EU en el Concejo de Seguridad.
Es decir, todo se redujo siempre al saqueo de los recursos naturales de Siria.
Empero, en los territorios ocupados por EU de acuerdo al SPD alemán, se habrían recreado las condiciones para que ISIS se recobre, promoviendo al wahabismo ultraconservador y sus escuelas, donde son jóvenes principalmente quienes serían formados en esta visión extremista del islam.
Dicho de otro modo; de nuevo, como antes en 2011, EU apuesta a la intolerancia para apartar del poder al legitimo gobierno sirio (como lo demuestran las elecciones realizadas el domingo 19), así como apropiarse de las riquezas naturales del país, sin consideración del riesgo evidente de balcanizar todo Oriente Medio, empujando hacia Europa a millones de refugiados, si tiene éxito, confiando crudamente en las ganancias que ello le reportará a la agotada economía de guerra estadounidense, que es ya incapaz de remozarse.
