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Edgardo Quijano
Escritor y pintor
Después de fallecer los hermanos Rolando y Manuel Elías, unhealthy poeta y pintor, prescription el Arquitecto Krishna Manuel Elías asume la labor de divulgación artística cultural, iniciada por su padre Manuel, que consistía en apoyar a través de exposiciones, galerías, talleres, impresos, etc. Todo en un afán de contribuir al desarrollo artístico salvadoreño y fomentar el conocimiento del arte universal. Su labor alejada de la propaganda artística y el mercantilismo lucrativo, es un ejemplo de su pasión artística y su inquebrantable fe en una sociedad humanizada.
La continuidad de este ideal recae de manera voluntaria y apasionada en Krishna Manuel, quien se inicia en pequeños espacios en Radio María, y en ellos se invita a los protagonistas vivos de nuestro arte. Durante cuatro años mantiene su programa de entrevistas radiales, y crea un espacio televisivo con la misma finalidad bajo la denominación de “Arte y Fe Network”, alcanzando hasta ahora dos años de transmitir y en número de noventa programas de una hora, en duración sin incluir las repeticiones al iniciarse desde mayo de 2013 hasta mayo de 2015, debemos agregar las entrevistas radiales en número de 196 a partir de octubre de 2009 a octubre de 2013.
Este loable esfuerzo personal es una ofrenda espiritual de trascendencia artística e histórica en nuestro medio, que desde el trascurrir del tiempo se manifiesta a la sensibilidad como un desierto sin cactus. Nuestra historia registra escasos esfuerzos de esta noble labor. Es por ello, que la divulgación artística forma parte de los esfuerzos de los artistas en reflejar a través de sus creaciones a una sociedad, su cultura y su humanidad.
Es así, que en “Arte y Fe Network” se vierten las diferentes expresiones artísticas y cada una de ellas son únicas en su particular personalidad de sus representantes, y protege como un labriego las semillas que ocultan sus tesoros-sueños. Es una iniciativa personal que reúne nuestro tesoro humano del arte, al documentarse audiovisualmente las vivencias y experiencias de nuestros artistas, sin distinciones de diferencias de ninguna índole en un afán de reunir la espiritualidad del arte en una fuente de vida y esperanza. Debido al precario intelecto y la ceguez espiritual que se adolece es cuando más es necesario reafirmar este altruismo espiritual de Krishna Manuel. El corazón del arte no es músculo y sangre, es ESPÍRITU. Y perdura aún cuando lo humano desaparece.
Sus programas radiofónicos y televisivos son fragmentos del azaroso trascurrir de la vida y otra de nuestros artistas, que a través de la tecnología no han sido documentados y divulgados en pasados años. Su constante trabajo asemeja a una arqueología de la realidad. Este acervo visual intenta reconstruir, restaurar, el imaginario histórico-artístico de nuestra identidad. En cada programa la memoria con su realidad misteriosa y enigmática en cada vida humana asiste y contribuye a esta gesta que no solo informa sino que documenta, irradia mensajes positivos y transmiten emociones que hacen disfrutar en el presente un archivo del futuro. El arte identifica y dejándonos soñar y crear. Pero sobre todo, tal manifiesta el premio iberoamericano de mecenazgo, España:
“En las sociedades más ricas, la gente se pasa la vida corriendo, a veces a un ritmo frenético. Vivimos inmersos en lo que se ha dado en llamar “sociedad de consumo”, y cuando no estamos produciendo estamos consumiendo. En las sociedades más deprimidas económicamente, las personas son prisioneras de necesidades básicas, que incluso trabajando de sol a sol pueden no llegar a cubrir. Al final… Demasiado esclavos, todos condenados a un invierno del alma que produce una especie de desazón, de embrutecimiento, de desconexión de uno mismo, que desemboca en pura inercia mecánica. Y lo mecánico tiene poco de humano, todo lo contrario que el arte. El arte tiene la capacidad de sacarnos de cualquier runrún monótono. El arte cuando es bueno, te sacude, te conmueve, te emociona, te lleva de viaje a lo más profundo y más humano que hay en uno mismo, te lleva, en fin, al lugar donde se tienen guardados los sentimientos”.
