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La Dirección Nacional de Medicamentos contribuyó a disminuir la automedicación en más de 4 puntos, que quiere decir que más de 15 mil personas cada año dejan de automedicarse en El Salvador y comienzan a buscar una indicación profesional para comprar la medicina.
Yaneth Estrada
@caricheop
A días de oficializar su candidatura por la coalición FMLN- CD, el candidato Vicente Coto habló de sus retos y desafíos al frente de la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) y su sueño de continuar con la visión de participación ciudadana, transparencia y desarrollo en el municipio de Santa Tecla.
– Se ha inscrito como candidato a la alcaldía de Santa Tecla por la coalición FMLN-CD, ¿cómo surge esa aspiración política?
Con mi familia estamos obviamente considerando nuestro tiempo aquí en la DNM. Nosotros únicamente tenemos 6 años y en ese trayecto de los 5 años y medio que tengo de estar en Santa Tecla me di cuenta del impacto que tiene una buena y una mala gestión municipal.
Aquí vimos el final de la gestión de los periodos que tuvo el FMLN al frente de Santa Tecla, y nos llamaba la atención el empuje que tenía en cuanto a participación ciudadana, la gestión de los desechos sólidos, empoderamiento de la mujer, jóvenes, que incluso era visto por otros municipios en el país y fuera como modelo de desarrollo y democracia.
De pronto se pierde y el nuevo alcalde Roberto d’Aubuisson comienza un proceso con una característica muy interesante, se pierde la participación ciudadana, eso probablemente él no se dio cuenta del impacto negativo que tuvo, pero ciertamente esto provocó un divorcio entre la población y su alcalde.
Obviamente, yo creo que para todos es claro que el alcalde es la autoridad y que debe estar lo más cercana a la gente, a la comunidad, pero no solo eso.
Además inició un trabajo por desmontar las ideas de la pasada administración, cortó árboles, aumentó los impuestos que espera aumenten más en 2018. Metió ventas de comida rápida al Cafetalón, mal servicio de recolección de basura, mala administración de mercados, pago de cuotas en la clínica de la comunidad que van a una ONG, pero que no se tienen datos de cómo se utilizan estos fondos generados desde la municipalidad y es ahí donde surge la necesidad de recuperar Santa Tecla.
– A nivel de funcionario público, ¿qué significó llegar a la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM)?
Un reto. Fue la primera cosa que se me vino a la mente, es que era un trabajo desafiante y complicado con un mercado desregulado, en el cual habían monopolios en varios medicamentos.
Por otro lado, estaba el patrón de consumo de los medicamentos que no estaba ligado a las necesidades de las enfermedades, sino que era un patrón, producto de el mercadeo de las medicinas y por supuesto los precios que estaban el más alto de la región.
– ¿Qué vino después de asumir el reto, que era algo nuevo en el país porque no existía regulación de mercado, precio o calidad de productos?
Así comenzamos este desafío. Posteriormente, se integró de inmediato un equipo de trabajo, que es un equipo con el cual hemos venido trabajando durante estos casi 6 años y aprendimos de las experiencias exitosas de países amigos y hermanos como México, Argentina y Cuba, estos fueron los primeros, las primeras agencias que nos brindaron la mano.
– ¿Cuáles fueron sus principales obstáculos?
Nosotros teníamos, en ese primer año, una limitante que para nosotros en ese momento fue preocupante, pero después se convirtió en un imperio de oportunidades. La Ley de Medicamentos no permitía que personas vinculadas a la industria farmacéutica trabajaran con nosotros, pero los farmacéuticos casi en su totalidad se dedican al sector privado.
Así que tuvimos que recurrir a jóvenes, nos fuimos a la universidad a buscar talento, hablamos con los decanos y prácticamente reclutamos un personal muy joven. Le decía que al principio esto preocupaba, porque no tenían experiencia, luego a lo largo del tiempo fuimos viendo que la posibilidad de formar profesionales competentes con una visión nueva y recibiendo la capacitación de los países hermanos y la OPS.
Al final se convirtió en una de las más grandes fortalezas y 6 meses después de haber iniciado lanzamos el primer listado de precios de los medicamentos que tuvo un impacto inmediato en la economía del bolsillo de consumidores, 35% de disminución de los precios en general. Además, la gente dejó de pagar cerca de $5 mil por la compra de medicamentos.
– ¿Qué consecuencias trajeron estos resultados, principalmente de este rubro que había estado en manos de la derecha económica?
Obviamente, hubo inquietud del sector farmacéutico y amenazas de cerrar o irse del país. Se trató de presentar un panorama gris. Sin embargo, a 6 años de estar funcionando, podemos decir con satisfacción que ninguna de esas cosas sucedió.
Por el contrario, tenemos un mejor abastecimiento de medicamentos, con datos concretos porque nosotros tenemos el reporte cada 6 meses de cómo están las importaciones, las exportaciones y la producción nacional y en este sentido nosotros tenemos un aumento en el abastecimiento, pero no solo eso, sino que como el precio del medicamento es más bajo, existe una extensión en toda la República.
Son contados con los dedos de la mano los productos que se han retirado por varias razones, pero a nivel nacional también se mejoró la calidad y nuestros productos ahora no solo compiten a nivel regional sino que mundial, porque Centroamérica se ha quedado muy bajo en cuanto a la exigencia de calidad. Así que el país ahora tiene 32 empresas que tienen ese alto estándar de calidad y, por el otro lado, tenemos un mercado farmacéutico robusto, tiene un abastecimiento mejor que el de antes, y, una tercera cosa, que para nosotros fue importante, es ver cómo se ha ido modificando la conducta en cuanto al tema del uso de medicamento.
– ¿Cuál era la conducta en general de los salvadoreños en cuanto al uso de los medicamentos?
Que para consumir un medicamento tengo que descubrir primero cuál es mi problema. Es decir, tener un diagnóstico de mi enfermedad o de mi problema y después de eso buscar un consejo con alguien que sepa y que me pueda realmente orientar, un médico.
Pero acá lo que pasaba era que existía la automedicación, de pronto una persona que llegaba a comprar, sin receta y era el dependiente que no tiene una formación médica y muchas veces ni siquiera la formación farmacéutica quien recetaba medicamentos.
Y eso se cambia a través de la educación, por eso hace 5 años empezamos un programa y tuvimos por mandato de la Ley iniciar un proceso de educación que incluyó televisión, radio y también redes sociales.
– A 6 años al frente de la DNM, ¿cómo evalúa su trabajo?
Yo creo que uno tiene que estar claro que cuando se trata de cambiar el estatus, que cuando se trata de cambiar el orden de las cosas como el que se produce en el país, cuando este empieza a mover la mesa, esto de inmediato genera temor al cambio. Es algo que está en el corazón del ser humano, hubo un inicio duro.
Y eso lo sabía, yo, mi familia que siempre me ha acompañado, mi esposa y mis hijos, de tal manera que tenía el apoyo incondicional de mi familia y mis amigos y en este sentido, hemos logrado salir adelante.
