César Ramírez
@caralvasalvador
En nuestra nación no existe una discriminación contra los deportados, ni siquiera un estigma que los acompañe de por vida, simplemente están entre nosotros, esta situación de comprensión es admiración por su audaz intento de vivir en otra nación, esa observación acontece por una especie de “fin de túnel” cuando en nuestro imaginario: “en El Salvador estamos condenados a la pobreza” no solo la espiritual sino también material, la situación es simple al observar a las generaciones salvadoreñas anteriores, que después de muchos años de trabajo, el resultado en el desarrollo humano (vivienda, pensión, salud, acumulación económica, estabilidad laboral etc.) es escaso.
Sometidos a una escala educativa rigurosa de once o trece años de formación, cinco de universidad, dos o cinco en maestría o doctorado la condición educativa no garantizó el éxito material, mientras otros se dedicaron a “oficios varios” lograron niveles de crecimiento en infraestructura, pero sus descendientes no prosperaron hacia el continuo progreso; la movilidad social se encuentra estancada y se sumó a los años de autoritarismo, la guerra civil y ahora la pos-democracia con reelección inconstitucional.
En estas circunstancias en décadas del siglo pasado y la primera década del Siglo XXI los ciudadanos respondieron con una enorme inmigración que se consideró una “tradición no escrita”, así proclamaban: “me voy a Estados Unidos”… esa respuesta connota otro evento no escrito, su éxodo fue “a su suerte”, sin nada más que su voluntad, sus pocos ahorros o sus sueños de salir de la pobreza.
Han pasado muchos años casi tres generaciones (cada una de 15 o 20 años) de este fenómeno inmigratorio: dos millones y medio de salvadoreños viven en EE. UU, ellos tienen otra visión cultural pero su estatus legal los divide entre si tienen permiso de trabajo, ciudadanía y los que no tienen documentos o simplemente se amparan en trabajo temporal.
Inicialmente la administración de Trump promueve la autodeportación con $1 mil dolares[1] de estipendio; pero este día 22DIC025 la apuesta sube a $3 mil[2] de estipendio, mientras el número de detenidos informados por la ICE es 236 mil inmigrantes indocumentados y deportados a 207 mil personas, desde en el 20 de enero[3] estos números no reflejan la incertidumbre de muchos inmigrantes.
En estos momentos la comparación singular entre los niveles económicos de estas personas en Estados Unidos y El Salvador es un abismo de bienes materiales y económicos, en consecuencia su respuesta individual de inmigrar fue acertada, pero si su estatus legal no fue solucionado se enfrentan a una deportación extrema sin ninguna consideración, incluso la amenaza de pérdida de la ciudadanía por nacimiento de hijos y la revisión en estos momentos -según expertos- de sus actas legales en búsqueda de errores involuntarios por la barrera del idioma.
De la respuesta correcta individual a la defensa colectiva
Si la opción de trabajo en Estados Unidos fue acertada al menos económicamente, su defensa legal debe ser asumida por el Gobierno de El Salvador no puede ser de otra forma.
¿Cómo defender a un millón de compatriotas potencialmente deportados?
Solicitar ayuda a los Congresistas Demócratas en defensa de los inmigrantes es posible -por irónico que parezca-, otra respuesta podría ser abrir canales de trabajo o asentamiento en otras naciones que deseen aceptarlos, impulsar nuevas industrias en el área de puertos, aeropuertos, costas, fronteras o creación de astilleros de naves recreativas, innovaciones de modelos en acuicultura etc. efectivamente eso implica recursos, inversión, transparencia.
Si no existe defensa ante la deportación masiva, entonces los escenarios serán parecidos a la crisis económica de los años veinte y treinta del siglo pasado, que culminó con el abandono de un sistema económico; en nuestro caso podría terminar en disminución de salarios estatales, impago (pensiones, deudas) nacionalización de empresas, bancos, industrias, nuevos impuestos, decretos de emergencia, obligatoriedad de servicios etc. impulso de una moneda paralela…etc.
El escenario es hipotético, la realidad es el incremento de deportados y la solución es difícil. amazon.com/author/csarcaralv
[1] EE.UU. ofrece US $1.000 y pasaje aéreo a los inmigrantes irregulares que se «autodeporten». BBC 5 mayo 2025
[2] Estados Unidos sube a US $3.000 el incentivo a migrantes que se autodeporten antes de fin de año. El Comercio Agencia EFE
[3] The Guardian 19JUN025
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