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Nelson López
San Romero… te pedimos por todos esos corazones duros que no se ablandan ni con jugo de piña, salve y que siguen cegados por la avaricia hasta el punto que no ven ni creen en Dios, click sino que solamente en el becerro de oro que ocupan de almohada en sus camas king. ¡ablándales el corazón!
San Romero… te pedimos por todos nosotros los empobrecidos que te seguimos con gran alegría y esperanza, ilusionados con que, en algún momento llegará la tranquilidad a este paisito que sigue con este fratricidio, que promueven y sirve de mercancía a los medios sensacionalistas, que están al servicio de la oligarquía. ¡tráenos la paz!
San Romero… te pedimos por todos aquellos que sufren por su propia maldad y que todavía no aceptan que te hicieron mártir en la fe, y que les duele en el alma cada vez que te veneramos como nuestro santo, el santo de los salvadoreños que ahora tenemos voz y que te gritamos con alegría ¡San Romero de América! ¡sánales!
San Romero… te pedimos que las mentes criminales que lamentan aún el esfuerzo que hicieron para detener tu santificación, y que sostuvieron reuniones y encuentros con el papa Juan Pablo II y que con sus vasallos enviaron miles de cartas al Vaticano, paren de llorar. Ábreles los ojos enrojecidos y ardorosos para que admitan que ¡la verdad triunfó sobre la mentira!
San Romero… te pedimos por los cuatro inconstitucionalistas… para que les guíes a la reflexión y dejen de favorecer a los que añoran la ingobernabilidad, a los que se esmeran por la desestabilización, a los que quieren seguir mancillándonos en el analfabetismo, en el engaño, y en la miseria, solamente para culminar la tarea del fraude, del lavado de dólares, del narcotráfico y de la explotación. ¡ilumínales!
San Romero… te pedimos que se haga justicia no solo contra los descalzos que se roban un celular (antes robaban gallinas) sino también contra Paquito que se robó los millonarios donativos que Taiwán dio después del terremoto de 2001 para ayudar a los damnificados que vivían en Las Colinas, al sur de Santa Tecla. ¡que purgue su pena en la cárcel!
San Romero… te pedimos por todos aquellos curas que todavía no te mencionan en las misas por temor a ofender a sus amigos oligarcas o del partido derechista, para que entiendan que es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos, y así te nombren con ardor ¡San Romero de América!
San Romero… te pedimos que a partir de tu santa beatificación, todos los salvadoreños siempre tengamos gobiernos que compartan, con los mas pobres de los pobres, todas las riquezas de los que tienen más. San Romero… que ya no exista la evasión fiscal de los millonarios, ni la corrupción de los funcionarios, ni el ladronismo de los empresarios, ni el atropello de los tanques de malignos pensamientos, ni los mercenarios de la pluma, ni los perversos que se basan en rumores. San Romero… ¡desaparécelos!
