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Iván Escobar
Dos jóvenes artistas plásticos Karen Silva y Víctor Zelaya, participaron recientemente en la “IV Cumbre Mundial de las Artes por la Paz y la Vida, por un Pacto de Ternura con la Madre Tierra”, que tuvo lugar en Quito, Ecuador. Además se expuso la obra pictórica de Edwin Ayala y Ernesto Martínez.
Silva es embajadora del arte salvadoreño. Recientemente compartió con artistas visuales en Ecuador, además cuenta con una trayectoria de formación y desarrollo profesional en la pintura, acuarelista, muralismo, escultura y ahora incursiona en la rama del esgrafiado.
Recientemente conversamos con Karen, quien ha retornado junto a Zelaya, al país motivada y con grandes retos, entre ellos, poner en marcha sus conocimientos adquiridos en la técnica del esgrafiado “que poco se conoce en El Salvador”. El esgrafiado es una técnica ornamental arquitectónica que es utilizada para la decoración en el enlucido y revestimiento de muros, tanto en el exterior como en interiores de edificios.
Ambos artistas expusieron su trabajo artístico y plasmaron su talento y creatividad en el mural más grande de Sudamérica con la técnica milenaria del esgrafiado, en colaboración con doce artistas internacionales.
Compartimos la entrevista con Karen Silva:
-¿Cómo llegas a ser parte de este encuentro en representación del país, y qué significa para ti representar a El Salvador?
Karen Silva: Para este encuentro, fui recomendada por una amiga y artista mexicana, ya había viajado a México anteriormente. Ella me refirió a mí, para darle empoderamiento a la mujer artista. Me recomendaron con Ricardo Lovato, director de la Cumbre. Él vio mi nivel de responsabilidad, compromiso y las técnicas pictóricas que manejo, me nombró así embajadora de la Cumbre Mundial de las Artes para El Salvador.
La Cumbre es un encuentro en el que convergen diferentes ramas artísticas. Se abren diferentes espacios culturales para exponer, museos, galerías, entre otros.
Así fue al inicio. Pero con el tema del COVID-19, y como en Ecuador está bastante crítico se cancelaron varias actividades y se resumió en ciertas exposiciones en museos como la casa Kingman. De El Salvador expusimos, Edwin Ayala, Ernesto Martínez, Karen Silva, y Víctor Zelaya.
-Está experiencia como la tomas y qué nuevos retos te representa.
Karen Silva: Para mí, es un gran honor y orgullo porque primero, son pocos los artistas, y creo que nadie está haciéndolo en el país, y traer una técnica nueva e innovadora acá, y andar proliferando en diferentes partes del mundo, es un legado que llena de mucha satisfacción.
Es un evento histórico, porque se hizo el mural más grande de Suramérica, con 74 metros cuadrados, y con la técnica del esgrafiado. Me motiva, porque al ser algo innovador, algo que no se está haciendo, me da mayor impulso para coger la técnica, y seguir preparándome para dejar más monumentos con la técnica del esgrafiado.
Es una oportunidad que me abre las puertas a diferentes partes del mundo, diferentes culturas, medios, técnicas, movimientos artísticos. Un reto, es que hay muy pocas mujeres muralistas, que se desarrollan en el esgrafiado, para mí es una gran responsabilidad y reto a la vez, ir abriendo camino para que otras mujeres se vayan desarrollando en esta técnica, porque es pesado, hay una etapa prácticamente de albañilería, y todo hay que aprenderlo a manejar, y conocimiento al pie de cómo se maneja el esgrafiado, qué materiales se utilizan, qué proporción, las fórmulas de las mezclas de cemento. Diferentes retos del manejo general de lo que es esto.
-Está es una oportunidad de proyectar el arte salvadoreño y sobre todo poner en alto el nombre tuyo, así como el del país. ¿Qué otros proyectos se vienen?
Karen Silva: Compartir con artistas de talla internacional, es una oportunidad de crecimiento porque tú aprendes de ellos, y absorber los conocimientos. Capacitarse fuera permite traer cosas nuevas, y en un futuro se me ocurre hacer un taller de esgrafiado cuando me sienta más capacitada, hay que capacitarse mucho. Ya nos animamos a hacer un mural de ese tipo acá.
Se me nombró como Secretaria del Movimiento (…) seguiremos trabajando en proyectos. Y es probable que forme parte para trabajar en un obelisco más grande del mundo. En El Salvador me gustaría hacer un intercambio de artistas ecuatorianos y mexicanos, y hacer un mural con esta técnica.
En lo personal capacitarme, montar alguna exposición individual con el estilo de poliangularidad, un estilo de dibujo aplicado en el mural esgrafiado, quisiera hacer una serie de obras con base a este estilo, es algo que no se ve aquí, y es bonito mostrar algo a lo que no estamos acostumbrados.
