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Gloria Silvia Orellana
@SilviaColatino
“La sequía es un evento de lento aparecimiento, no es como un terremoto o huracán, que la atención es inmediata. Nadie le presta atención, ni sopesa en sus planes, pero el impacto será irreversible”, presagió Moisés Batres, de la Fundación REDES, que forma parte de la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgo de El Salvador, en el cierre del IX Encuentro Regional ¡Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida!
Con un Tribunal Climático en el cual participaron Guatemala, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y El Salvador, más de 200 organizaciones entre movimientos sociales, pueblos indígenas, la academia y organismos internacionales, presentaron diversas problemáticas que enfrentan los pueblos de la región frente al cambio climático, los megaproyectos (mineros o hidroeléctricos) y la criminalización del movimiento social.
Moisés Batres, de El Salvador, expresó la preocupación por el impacto de 43 días sin lluvia en la zona oriental, que secó la mayoría de plantaciones de maíz, generando un 80% de pérdidas para la población rural en el territorio nacional.
“Esta sequía que experimentamos estará impactando en los próximos meses con el tema del acceso y seguridad alimentaria, porque, aunque vuelvan a sembrar se debe esperar la cosecha y mientras pase ese tiempo qué hará esta población, estamos hablando de pasar el día sin comer. Probablemente lo que ha impactado es el cambio climático que está viviendo el planeta y que es de origen antropogénico (incidencia del hombre), en el aumento de los gases de efecto invernadero (GEI) principalmente por la combustión fósil que ha generado una variable climática”, especificó.
Sobre los pronósticos del clima, Batres consideró que independientemente sea la Niña (lluvias) o Niño (escasez de lluvias) la afectación a los pueblos es inminente, una realidad con la que deben lidiar los pequeños agricultores y campesinos que cultivan para su sustento.
“Se tiene la oportunidad con la postrera (cosecha) pero si llueve mucho se pudren las plantas o si no llueve se secan, la cuestión es muy complicada, sería una producción muy reducida y sobre todo, en la gente que vive el Corredor Seco, son varios departamentos que se extienden desde el Oriente hasta la franja costero marina de la zona paracentral y esta zona comenzaba a presentar crisis hídrica bastante seria y ¿qué podemos esperar?, un área desértica”, explicó.
Para Moisés Batres, la propuesta para trabajar en la problemática inicia con un trabajo territorial desde los gobiernos locales que deben contar con medidas y estrategias que acompañen sistemáticamente a la población afectada directamente por la sequía y pasar de entregar el paquete agrícola.
“Nosotros hemos implementado un plan piloto de medidas de adaptación para la captación de aguas lluvias con 30 reservorios en 30 comunidades entre Berlín, Alegría y Mercedes Umaña, Usulután. Estos reservorios captan alrededor de 30 metros cúbicos, lo que nos permite extendernos a casi 2 meses más del ciclo productivo, y está la escala de hortalizas, que se están produciendo también para el consumo familiar”, reiteró.
Las problemáticas son similares en el área centroamericana, los proyectos mineros como en la comunidad Azacualpa, La Unión, Santa Rosa de Copán, Honduras, mantienen a la población en defensa de sus asentamientos, frente a las empresas mineras transnacionales que les afectan en su desarrollo social y que han llegado a vulnerar sus territorios. Mientras, las organizaciones de Nicaragua demandaron de su gobierno medidas efectivas, que pese a la crisis política que experimenta en este momento, no puede desviar su atención de las necesidades prioritarias de la población en situación de vulnerabilidad por el cambio climático.
La denuncia de Guatemala centró su demanda contra el ministro de CONRED, por su falta de acción frente al evento eruptivo del volcán de Fuego, en Escuintla, Zacatepequez, en el manejo de las “alertas” presentadas en junio de 2018, que impidió una evacuación ordenada e integral. Y que lejos de atender la situación desde una evacuación, se dedicó a emitir recomendaciones cuando el fenómeno estaba en su mayor apogeo. Lo que afectó a 20 comunidades que viven en las faldas de ese volcán.
